El ex jugador goyano está cumpliendo 39 años y –a 6 del retiro del básquet profesional- habló con la Red Deportiva. Su actualidad como “comerciante” y los recuerdos de la Generación Dorada y aquel Regatas en el que ganó todo, fueron los temas principales de la charla amena con La Red Corrientes.

“Estoy muy bien, disfrutando de otras cosas que -en su momento- cuando uno era profesional no lo podía hacer tanto. Después, estoy con mi negocio, soy comerciante, y estoy muy tranquilo. Disfruté mucho la etapa como jugador, la viví intensamente, alternando buenas y malas pero ahora estoy haciendo otras cosas y dándole más tiempo a la familia que –cuando uno vive en esa vorágine de deportista profesional- a veces no lo puede hacer”, relató Federico Kammerichs en su primer contacto, el día de su cumpleaños número 39.

Luego, cuando se le consultó sobre su retiro, primero quiso recordar que luego de marcharse de Regatas “terminé jugando acá en Unión (de Goya), en algún Provincial, Regional y hasta en algún partido del Federal pero –soy sincero y con todo lo que significa haber jugado para mi club y para mi ciudad- esos dos o tres años me costaron más que los 15 anteriores porque es como que ya había desconectado”.

Además, “ese año que vuelvo de Flamengo a Regatas, en un 95% estaba decidido que era mi última (Liga). Lo raro fue que después de vivir lo que se vivió ese año no haya cambiado de decisión, eso fue lo curioso, pero estaba decidido que era mi último año”.

Kammerichs también habló de su experiencia como jefe de equipo en la CABB “algo que duró muy poco, de hecho intentaron convencerme que ayude a tratar de colaborar con las formativas ‘del otro lado del mostrador’ (…) pero fui a algunos torneos y me di cuenta que no era lo que quería ser. Soy honesto, no creía que podía aportar mucho y decidí alejarme. Estoy alejado cien por cien de lo que fue mi profesión”.

Con el correr de los minutos recordó esas temporadas en Regatas, en las que ganó todos los títulos importantes, recordó a sus compañeros; un breve repaso de la Generación Dorada -con alguna anécdota incluida- no pudo faltar; habló de música y de sus actividades actuales, todas muy alejadas del básquet.