Gloria Romero, madre de Cecilia Strzyzowksi, la mujer de 28 años que se encuentra desaparecida desde el 1° de junio, ha hablado con medios de comunicación correntinos sobre el caso de femicidio en el que hay 7 detenidos. “Si la carátula es femicidio, ¿qué crees que pasó?: está muerta; sabemos lo que estamos buscando”, destacó.
La madre de la joven reveló que este martes se llevó a cabo las indagatorias, pero desconoce qué declararon los detenidos. Con una sensación de desesperación, afirmó que “por lo menos la muerte de mi hija sirva para destapar la mugre que hay acá, que no haya muerto en vano; que no haya otra chica que pase por esto, ni otra madre que viva lo mismo “.
Añadió que actualmente se sostiene en “la indignación” que siente, ya que ella presentó que esto no tendría un final feliz. “Ellos se conocieron a través de Tinder, se casaron después de un año; yo no sabía que había una diferencia de edad: él tenía 19 y ella 28. Mi hija nos mintió para evitar el rechazo, son cosas que suceden cuando te enamoras, no se miden las consecuencias”.
También transmitió un mensaje a los jóvenes: “Cuando una madre les dice que no, háganle caso, porque miren cómo termina”.
Gloria expresó que no le gustó la relación debido a que Marcela, la madre de César Sena, la rechazó en gran medida. “Cada vez que él venía a visitarla, la madre le enviaba al chofer para que lo recogiera de la casa de mi hija”.
Además, dijo que su hija era muy romántica y estaba profundamente enamorada, cautivada. “Mi hija creía que tenía que salvarlo, sacarlo de ese entorno. Lo convenció de comenzar la academia para estudiar medicina el próximo año”. Señaló que cuando se planeó el viaje a Ushuaia, su hija estaba feliz porque estarían lejos de la suegra y “lejos de ese entorno para comenzar una nueva vida”.
También dijo que no conoce a los padres de César, el esposo de su hija. “Mi hija siempre nos mantuvo alejados porque le tenía miedo a ese entorno y no quería que se mezclara”.
Relató cómo comenzó a darse cuenta de que Cecilia estaba desaparecida. “Recibía mensajes” donde les contaban lo que hacían mientras paseaban por el Obelisco y decían “qué linda es la casa, ella está contenta”. Y les dijo: “Qué lindo, estarán lejos y no surgirán de la vieja manipuladora”.
La mujer dijo que, aunque no conocía a César personalmente, sí sabía que era un activista. “Lo que sabía era lo que mi hija me contaba, que ella le tenía miedo al barrio de Emerenciano”. Agregó que cuando iban a la casa de la suegra, ella tenía que quedarse en la camioneta.