En un nuevo episodio de inseguridad, la Escuela Número 956 del Barrio Quintana Medalla Milagrosa en Corrientes fue nuevamente blanco de ladrones. En esta ocasión, el robo incluyó la sustracción de bombas de agua y cables, generando preocupación en la comunidad educativa.
Ana Campos, directora del establecimiento, expresó en “De Regreso” su consternación ante la recurrente situación de vulnerabilidad que enfrentan: “Lamentablemente, siempre venimos a visitarte por este tipo de situaciones. Ya varias veces han ingresado a la escuela”. Campos detalló que en la semana previa, el día 19, se había producido otro robo similar, donde una bomba de agua fue sustraída y no pudo ser recuperada.
El modus operandi de los delincuentes parece ser sistemático: primero forzar los accesos para luego llevarse los elementos deseables. En este caso, las bombas de agua y los cables fueron los objetivos. Aunque en esta ocasión la rápida respuesta policial permitió la recuperación de una de las bombas, la comunidad educativa sigue preocupada por la falta de seguridad.
Campos destacó el trabajo de la comisaría local, aunque reconoció que la situación de inseguridad es un problema persistente: “Siempre que estamos llamando, vienen y tratan de solucionar los problemas de seguridad. Sabemos que no dan abasto, pero estamos agradecidos por su esfuerzo”.
La directora también planteó la necesidad de replantear las políticas de seguridad en las escuelas, sugiriendo la posibilidad de contar con personal de vigilancia o la custodia policial, dada la recurrencia de estos incidentes. “Es más costoso reconstruir o reemplazar los elementos robados que invertir en medidas de seguridad efectivas”, afirmó Campos.
El robo no solo representa una pérdida económica para la escuela, sino que también interrumpe el normal desarrollo de las actividades educativas. Además, refleja un problema más amplio de inseguridad en la región, exacerbado por las condiciones climáticas adversas que han afectado a varias localidades del noreste de la provincia de Corrientes.
Ante este panorama, la comunidad educativa espera acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la protección de las instituciones escolares y prevenir futuros incidentes de este tipo.