Es el relato en primera persona del robo a Supermax de Poncho Verde y Paraguay: “Nos escondimos en una cámara frigorífica”

 

Un cliente que estuvo en el supermercado durante el robo con su hijo de cinco años, relató el pánico que se vivió en lugar cuando los delincuentes ingresaron a robar la recaudación del día.

 

“Uno no está acostumbrado a estas cosas, solo las vemos en las películas; eran alrededor de las 10 y cuarto, había mucha gente adentro y afuera del supermercado, en la calle; yo me encontraba en el sector de fiambrería sacando número, cuando escucho un griterío”.

 

“Pensé que agarraron a alguien robando adentro del súper y que los empleados lo intentaban agarrar, porque los veía correr”, comentó Víctor un testigo del hecho desde LT7 Corrientes.

 

“Ví que se caía una persona y pensé que habían agarrado al ladrón”, comenta el testigo, cuya impresión solo duró segundos, ya que, tras la primera persona caída, observó como otros clientes se arrojaban al suelo.

 

“En ese momento alguien dice ‘están robando’; yo estaba con mi hijo de cinco años, que por suerte lo tenía conmigo en el carro. En ese momento los gritos se intensifican y la gente dice ‘están tomando rehenes’, porque aparentemente habían agarrado a una empleada para llevarla hasta la caja fuerte”, relató Víctor.

 

“En ese momento pensamos que iban a cerrar la puerta y nos iban a robar a todos. En un segundo nos hicimos la película. Así que yo atiné a sacar mi celular y mi billetera, mandé un mensaje, los puse sobre una heladera exhibidora y los dejo ahí. Después alcé a mi hijo y en ese momento vi a uno de los delincuentes a la distancia: estaba vestido de negro, tenía casco y un arma en la mano”, recordó.

 

Dentro del supermercado la escena era caótica, la gente se tiraba al piso y, según cuenta Víctor, repetían que los ladrones estaban encapuchados y tenían armas con silenciador.

 

“Una de las empleadas me dijo ‘venga para acá’, y me lleva a un pasillo que está entre la fiambrería y la panadería. Pasamos y llegamos a una cámara frigorífica con una puerta corrediza, ahí nos metimos y empezaron a entrar más personas, principalmente mujeres con chicos, algunas lloraban o gritaban, con un estado muy grande de nerviosismo”, recordó el testigo.

 

“En ese momento pregunté si había alguna salida trasera, pero en seguida llegó alguien y dijo ‘ya se fueron’. Todo ocurrió en cinco minutos, no fue más que eso. Todo el tiempo intenté mantener la calma, por mi hijo, para que no se asuste”.

 

“Cuando salimos, ya vimos el patrullero afuera del supermercado, vimos la luz azul y la puerta abierta, así que nos tranquilizamos, porque ya estábamos libres y no había rehenes ni nada”, finalizó.