Leandro Miguel Alcaraz, el joven colectivero asesinado este domingo mientras conducía el interno 103 de la línea 620, en Virrey del Pino, ese día no tenía que trabajar. Cambió su franco para tener libre el lunes y quedarse con su hija el día de su cumpleaños número 4. El plan era perfecto para compartir una jornada en familia, hasta que dos disparos, uno en el cráneo y otro en el tórax, truncaron el festejo y la vida del chofer de 26 años.

Leandro Miguel Alcáraz junto a su hija, en un cumpleaños anterior. Este lunes iban a festejar un año más, pero a su papá lo asesinaron mientras conducía un colectivo de la línea 620.

El crimen ocurrió cerca de las 18 del domingo en el barrio San Pedro. Fuentes policiales informaron que todo comenzó cuando dos pasajeros subieron en una parada en San Justo, localidad vecina a Virrey del Pino, y discutieron con Alcaraz por negarse a pagar el viaje.

Ninguno de los dos usuarios tenía la tarjeta SUBE. A pesar de eso, el chofer los trasladó hasta las calles Bueras y Concordia donde, según testigos, bajaron del colectivo y sin mediar palabra le dispararon. Poco después, escaparon.

"A Leandro lo asesinaron cobardemente. Somos personas de trabajo, gente sana y acá nos arruinaron la vida. Quedó una familia destrozada, queremos justicia cuanto antes”, expresaba anoche Fabián, tío de Leandro, cuando vecinos de Virrey del Pino comenzaron a agruparse frente a la comisaría local. Durante la protesta hubo ciertos disturbios, quema de cubiertas y la dependencia sufrió algunos destrozos.

 

Hasta el momento no se pudo dar con los responsables, y familiares y justicia piden que los testigos se acerquen a ofrecer su testimonio a la comisaría de Virrey del Pino, para descubrir el paradero de los asesinos. "Le digo a las personas que estuvieron adentro del colectivo, que lo ayudaron a mi sobrino cuando lo balearon y que lo llevaron hasta el hospital, que les doy gracias por ayudarlo, y que por favor se acerquen a la comisaría, que nos ayuden a que los puedan encontrar. Porque no pueden estar libres, tienen que estar presos", suplicó Margarita, tía de la víctima.

El padre de Leandro viajó desde Corrientes para reunirse con su nuera, su nieta y su otro hijo, y para despedir los restos de Alcaraz. "Estoy con mis papás que son sus abuelos, todavía no pude abrazar a mi hermano ni a su nieta. La gente tiene miedo, no quieren hablar porque las personas son del barrio, vivimos con miedo, detrás de las rejas", completó Margarita.

Desde las primeras horas del lunes, compañeros de Leandro y colectiveros de otras 30 líneas de la zona oeste realizaron un paro reclamando justicia por la víctima del brutal crimen, y más medidas de seguridad para los choferes que trabajan en todo el cordón de la ruta 3. También cortaron la Av. General Paz a la altura de Alberdi.

 

Tanto en el corte como frente a la comisaría de Virrey del Pino, se sumaron los testimonios. "Leandro era un chico muy pacífico, no buscaba problemas. Por lo que sabemos lo increparon hasta el final del recorrido y ahí lo mataron", dijo uno de los choferes que participaba del corte sobre la avenida.

Luego relató que testigos vieron que los pasajeros que estaban en el colectivo, al cerrarse la puerta, se tiraban por las ventanillas ante el miedo a ser baleados ellos también. A través de las redes sociales se presentó una mujer que viajaba junto a su hija de dos años y que pidió preservar su identidad. También hay videos caseros, incluso del momento en el que rematan a Alcaraz.

"Dependemos de nuestra intuición. A veces no paramos, pero una vez que los tenemos arriba del colectivo, ya no podemos hacer nada. Muchas veces suben borrachos o drogados cuando salen de los boliches. O en pleno día. Por ahora, de La Matanza no apareció nadie", relató.

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