Con el buzo puesto y la pelota bajo el brazo, el técnico de Gimnasia se dirigió hacia la mitad de la cancha con la ayuda de un carrito de golf e irrumpió en llanto.

Llegó el momento más esperado en Gimnasia: Diego Maradona pisó el campo de juego y el Bosque explotó. Con el buzo del Lobo puesto y la pelota bajo el brazo, el 10 se dirigió hacia la mitad de la cancha con la ayuda de un carrito de golf y al bajarse del vehículo irrumpió en llanto.

“Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego”, se escuchaba desde las gradas, al mismo tiempo que el astro argentino saludaba a los hinchas que se acercaron al estadio y tiñeron a La Plata de azul y blanco para el día de su presentación oficial.

Dentro del campo de juego, el club dispuso tres grandes inflables para darle más color a la fiesta: las fauces del Lobo, por donde aparecerió Maradona; el rostro del Diez y otro Lobo con la camiseta de Gimnasia.