Pese al jueves negro de los mercados y la súbita alza del dólar, el Presidente no alteró sus planes. Como cada viernes, se recluyó en la Quinta de Olivos, donde convocó a sus principales asesores para seguir desde temprano el desarrollo de la jornada. También se sumó, pasado el mediodía, la diputada Elisa Carrió. Para la líder de la Coalición Cívica es momento de dar "gestos" desde el Gobierno: ayer al pedir "tranquilidad" pronosticó que bajaría el dólar; hoy volvió a estar cerca de Macri, con el objetivo de dar un apoyo simbólico.
Recibida por su pupilo, el secretario de Fortalecimiento Institucional Fernando Sánchez; Lilita almorzó con el jefe de Gabinete Marcos Peña, quien se instaló desde temprano en la Quinta y aprovechó que para juntar a los secretarios de Estado que tiene bajo su órbita, incluidos los vicejefes Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Mirá también
El dólar baja tras la nueva suba de tasas y los anuncios del Gobierno
La "Santísima Trinidad", como bromean algunos en el Gobierno al referirse al tridente Peña-Quintana-Lopetegui, participó, junto al ministro del Interior Rogelio Frigerio, de la reunión de coordinación que encabezó el Presidente.
Fue un rato después del anuncio que realizó el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, acompañado a último momento por el de Finanzas Luis "Toto" Caputo.
Si durante la conferencia de prensa Dujovne lució algo tenso, cuentan quienes hablaron en las últimas horas con el Presidente que "siempre se mantuvo tranquilo". El jefe de Estado esperó el inicio de la jornada en la Quinta presidencial, confiado de que, tanto el anuncio de la baja del déficit 3,2 al 2,7% del PBI, como la suba de la tasa de política monetaria al 40% y la advertencia del Banco Central de que intervendría agresivamente para ponerle un límite a la corrida, harían caer al dólar.
Mirá también
Las charlas de Cristina Kirchner y el bote del intendente
"Quedó demostrado nuestro poder de fuego", dijeron a Clarín desde Olivos. "Hay reservas para estar tranquilos", insistieron. En ese sentido, hay dentro del Gobierno funcionarios que hablan de "un punto de equilibrio" en torno a los 22 pesos, con un cálculo a mano alzada: "Si sumás al precio del dólar de cuando sacamos el cepo, la inflación de estos dos años te da cerca de ese número".
De todos modos, el denominador común dentro del Gobierno es el pedido de "mesura". "Ni ayer era tan grave ni hoy somos los campeones del mundo. Pero con esto se mandó un mensaje claro a los mercados. Lo peor ya pasó", indicaron.
El respaldo de Macri a Dujovne y el re empoderamiento al titular del Banco Central Federico Sturzenegger son evaluados como dos decisiones exitosas en el núcleo más cercano al jefe de Estado. Se dice allí que no es momento para cambios.
Mirá también
Nicolás Dujovne admitió que la suba del dólar pegará en la inflación y en el crecimiento
Lo que no falta en el Ejecutivo es enojo con la oposición. Si bien se trata dos temas diferentes, la insistencia de sectores del peronismo con limitar desde el Congreso el aumento de tarifas "agitó" el ánimo en las calles que contribuyó a que se instalara "un clima adverso" en los últimos días.
Quienes vieron a Macri en las últimas horas cuentan que "no entiende cómo hay algunos que insisten con lo mismo a pesar de que la gente ya les dio la espalda" y sostiene que "hay cosas, como la readecuación de las tarifas, o el tema de las importaciones, que no se pueden discutir más".
Los funcionarios consultados por este diario coincidieron en cuestionar la "irresponsabilidad" de la oposición. "Todos en menor o mayor medida buscan sacar ventaja. Algunos lamentablemente se están radicalizando otra vez", criticó uno de los que más dialoga con la oposición.