La mayoría de sus alumnos son de familias campesinas pobres y están becados. En la escuela aprenden a producir queso, leche y panes. Y hasta tienen un hotel. Al año, facturan US$ 700 mil, por lo que no necesitan de ningún subsidio estatal. El modelo, que propone que los jóvenes se transformen en emprendedores, es estudiado por varios países del mundo. En comunicación con ABIERTO A LA TARDE, Teresita Lotero y Diego Romero dialogaron con Bruno Vaccotti, jefe de Comunicaciones de la Fundacion Paraguaya, que esta a cargo de la escuela, quien dio detalles de como comenzó todo.
FOTO DE REDACCION.COM.AR





























