Mauricio Macri anunció que el Gobierno había iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para obtener financiación y desde este miércoles los funcionarios nacionales intentarán conseguir una línea de crédito con un piso de U$S 30.000 millones.

 

“De manera preventiva he decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que nos otorgue una línea de apoyo financiero”, anunció ayer el presidente cuando dio la noticia que la Argentina volvía a pedirle dinero al Fondo Monetario Internacional.

 

Ayer, Nicolás Dujovne viajó a Washington para iniciar conversaciones con Christine Lagarde, directora de la entidad financiera, y durante este miércoles intentará conseguir la línea de crédito que el Gobierno precisa de forma “preventiva”.

 

“Esto nos permitirá enfrentar el nuevo escenario global y evitar una crisis como la que enfrentamos antes en nuestra historia”, advirtió Macri respecto del por qué su Gobierno recurrió al Fondo.

 

Desde el Gobierno saben que el “costo político” que les implica recurrir al FMI es muy alto teniendo en cuenta que el año que viene se celebrarán las elecciones presidenciales.

 

Sin embargo, creen que por el tamaño del crédito que están pidiendo vale la pena correr ese riesgo.