


En comunicación con Teresita Lotero en ABIERTO A LA TARDE, Elma Peloso, madre de Gabino Ruiz Diaz, ex combatiente de Malvinas, dio detalles del viaje que realizó a Malvinas, donde pudo conocer finalmente la tumba de su hijo después de 37 años. Años atrás estaba enterrado como NN, y que gracias al trabajo de la Cruz Roja, ahora se encuentra identificada.
“La verdad desde que empecé con este asunto la gente me daba fuerzas para seguir adelante, nunca tuve problema para salir adelante, con la ayuda de Dios es posible, si es por mi propia fuerza no hago nada”, comentó.
“Fue un viaje hermoso, sin ningún inconveniente, todo me salió bien, me trataron muy bien Julito Aro de “Fundación No Me Olvides” hizo un gran trabajo para que yo viaje cómoda, me hizo todo los movimientos. Pusieron su grano de arena para este viaje”, comentó.

“Pude cerrar este ciclo porque en el 97 me fui pero estaban soldados “reconocidos solo por Dios”, lleve una placa de Emilio Muniagurria para llevarla a mi hijo, lleve flores y tuve que adoptar una cruz, yo puse en el medio de una cruz y ahora se que no estaba tan lejos, estaba a un paso de mi hijo. Tuve un presentimiento y ni un metro de donde puse las flores aquella vez, estaba mi hijo. Parece que me decía acá estoy”, precisó.
Elma recordó el día en el que murió “Cambacito” que lo se le apareció como si fuera real. “Yo estaba en la casa de mi mamá el 28 de mayo a la noche, estaba triste por la guerra, porque escuchamos la radio: Que podíamos esperar de una guerra sucia! una madre no espera cosas buenas, yo presentía y él me dijo a mí. Estaba durmiendo y lo veo que viene y me besa, me levante se sentía tibio donde el me beso. No volví nunca más a la casa de mi mama. Yo sentí que él se despidió de mí”.
“Cerré el ciclo ayer al saludar su cruz, ayer llegue ahí tres horas anduvimos ahí. Me atendieron muy bien los malvineros, prepararon un copetín para mí. Éramos 9 en total. El dueño del avión lloraba sin consuelo, le llevo una escarapela. Ayer llegue a la cruz y sabía que su cuerpito estaba ahí. Es una cosa que tantos años espere, gracias a Dios fue el primer soldado que se hizo encontrar con la Cruz Roja Argentina. Le puse un ramo de flores que le envió la hermana, el viento fuerte ese día no existió, le pusimos piedras para que no se vayan con el aire”, recordó.

“Los hermanos me piden que traiga el cuerpo pero no voy a traerlo. Es hermoso el lugar”, afirmó y dio un mensaje a todos los jóvenes correntinos: “A los chicos digo que se amen que estudien y que sean buenas personas”,añadió.































