LABRUNA, Ángel Amadeo. Feo/Anyulín. Debutó el 18 de junio de 1939. Es el máximo goleador del fútbol argentino, con 294 tantos, compartiendo el podio con Arsenio Erico. En total suma 317 gritos. Además, es el jugador que más goles tiene en el Superclásico: le hizo 16 goles a Boca. Como futbolista cosechó 16 títulos y como entrenador, seis. Los hinchas de River festejan su día en homenaje al nacimiento de Angelito, todos los 28 de septiembre. Uno de sus gestos más distintivos: siempre ingresaba a La Bombonera tapándose la nariz.
LIBERTI, Antonio Vespucio. Fue cuatro veces presidente del club y el alma mater de la construcción del Estadio Monumental, su gran sueño que terminó siendo una extraordinaria realidad. Su gestión como dirigente también resultó esencial para la compra del pase de Bernabé Ferreyra, que confirmó el mote de Millonarios nacido con la contratación de Carlos Peucelle. Fue el dirigente más determinante de la historia del club. Tanto es así que el estadio lleva su nombre desde el 29 de noviembre de 1986.
FRANCESCOLI, Enzo. Flaco. Uruguayo. Idolo indiscutido de una generación. Le costó la adaptación al club y estuvo cerca de ser cedido al fútbol colombiano. Pero cuando lo pusieron de 9, la rompió. Campeón local 85/86, dejó la espina de no quedarse para la Libertadores ya que fue transferido al fútbol francés. Volvió para levantar la Copa en 1996, luego de ser campeón invicto en el Apertura 94. Fue el líder del equipo del Tolo Gallego y luego, del de Ramón Díaz. Se retiró con la banda roja tras ser tricampeón y obtener la Supercopa Sudamericana. Hoy, es el secretario técnico.
DI STÉFANO, Alfredo. La Saeta Rubia. Surgió de los Inferiores del club y llegó a ser el mejor jugador del mundo de su tiempo cuando se consagró en el Real Madrid. River lo disfrutó poco, pero fue campeón como jugador y también como técnico, en el Nacional 81.
DÍAZ, Ramón Ángel. Pelado. Idolo del club. Lo hizo debutar Labruna como jugador. Se destacó por su capacidad goleadora y su velocidad. En 1995, apenas retirado, se calzó el traje de técnico y tuvo mucho éxito. De hecho, con nueve títulos, es el entrenador más ganador de la historia de River. Dirigió al club en tres etapas y en todas salió campeón.
CARRIZO, Amadeo Raúl. El inventor del arco. Ayer, un adelantado; hoy, una leyenda. Gloria indiscutida. De enorme porte. Su nombre le ganó al apellido; es Amadeo por sobre Carrizo. Con 19 años debutó en la Primera de River en 1945, integrando el equipo de La Máquina. Durante 23 años resultó el dueño del arco millonario. Obtuvo 10 títulos (ocho locales y dos Copas Aldao) y tiene el título de valla invicta de la historia de River, con 789 minutos. Y es el segundo jugador con más partidos (tiene 551). Hoy, con 91 años, es presidente honorario del club.
ALONSO, Norberto Osvaldo. Beto. Uno de los mayores ídolos del club. Debutó con 17 años y en 1975 fue el abanderado futbolístico del River dirigido por Ángel Labruna que cortó la sequía de 18 años sin títulos, con el Metropolitano de ese año. Se dio el gusto de levantar la primera Copa Libertadores y la única Intercontinental. En total, obtuvo nueve títulos: siete locales (cuatro Metropolitanos y tres Nacional) y dos internacionales. El 13 de junio de 1987, llenó el Monumental para su despedida.
CAVENAGHI, Fernando. Gordo o Torito. Un acto de puro amor a la idolatría. Rompió dos contratos en 2011 (con el Inter de Brasil y el Bourdeaux de Francia) para volver a River y dar una mano en el torneo de la B Nacional, del que fue goleador con 19 tantos y donde logró el objetivo del ascenso a Primera. Surgido del club, tuvo tres etapas. Y en todas fue campeón. Se dio el gusto de levantar la Libertadores 2015. Y en 2017, seis meses después de anunciar el retiro, llenó el Monumental para su despedida.
FILLOL, Ubaldo Matildo. Pato. Para muchos, el mejor arquero de todos los tiempos en el fútbol argentino. Para otros, el mejor después de Amadeo. Sea como fuere, fue una enorme figura bajo los tres palos millonarios. Atajó en el River del Metro 75 que cortó la racha de 18 años sin títulos.
FUNES, Juan Gilberto. Búfalo. Delantero potente, implacable en el mano a mano. Se lo ganó cuando era un desconocido para el fútbol argentino y fue brillante en 1986. Hizo uno de los goles más importantes de la historia: el 1-0 al América de Cali en la revancha de la final de la Libertadores, en el Monumental. para asegurar la primera Copa.
KEMPES, Mario Alberto. El Matador. Boca se había llevado a Maradona y River trajo desde Valencia al cordobés, campeón del mundo en 1978 para equiparar fuerzas. Hizo el gol que le dio el campeonato a River en el Nacional 81 en la final ante Ferro, en Caballito.
LUQUE, Leopoldo Jacinto. Un centrodelantero que jugaba como los dioses. Debutó en River marcándole un golazo a Boca, el 21 de septiembre de 1975, en la primera fecha del Torneo Nacional. Había llegado al club apenas 48 horas antes, proveniente de Unión de Santa Fe. Fue una pieza clave en la Selección argentina que ganó el Mundial de 1978.
MAS, Oscar. Pinino/Mono. Uno de los delanteros con la pegada más potente de la historia del fútbol nacional. Goleador implacable con una zurda letal, hizo goles de todas las formas posibles. Es el segundo máximo artillero de River con 220 goles.
MINELLA, José María. Pepe. Notable volante central. Arribó de Gimnasia y Esgrima La Plata. Fue integrante de los equipos previos a La Máquina y campeón en seis oportunidades. Como técnico, lo llevó al campeonato en ocho ocasiones, entre 1947 y 1957. Nació en Mar del Plata; por eso, el estadio mundialista lleva su nombre.
MORENO, José Manuel. Charro. Una leyenda. Mediocampista goleador. Los más veteranos, los que lo vieron jugar, dicen que fue el mejor jugador argentino de la historia. Era pintón, guapo y tenía un físico privilegiado; afecto a la noche y al tango. Fue compadre de otro grande: Adolfo Pedernera, el único que podía llamarlo Fanfa. Fue campeón con La Máquina. Un mito: Pelé pidió conocerlo la primera vez que vino a la Argentina.
MORETE, Carlos Manuel. Puma. Convirtió más de 105 goles en River y fue campeón del Metropolitano 1975. Tuvo su tarde de gloria eterna el 31 de marzo de 1974: le marcó un triplete a Boca en un 3-1 en el Monumental. Justamente, resultó un especialista en convertirle goles al rival de toda la vida.
ONEGA, Daniel Germán. Tito. Superó el centenar de goles con la camiseta de la banda roja. Marcó 17 tantos en la Copa Libertadores de 1966 y cosechó un récord. En esa edición, River cayó en la final ante Peñarol después de ir ganando 2-0. Nació goleador y terminó siendo, además, un estratega fantástico a partir de una notable evolución.
ORTEGA, Arnaldo Ariel. Burrito. El último de los atorrantes, gambeteador sin par, sonrisa eterna, magia infinita. Un jugador que trasciende fronteras y es querido hasta por el hincha de Boca. Fue campeón de todo en el River de Ramón Díaz. Tuvo cuatro etapas en el club. Un ídolo eterno.
PEDERNERA, Adolfo. El cerebro de La Máquina, equipo que, pese a la fama, solamente jugó 18 partidos con el quinteto famoso: ganó 11, empató cinco, perdió dos y convirtió 38 goles. Su apellido estará ligado eternamente al elenco de Núñez: realizó las Inferiores y fue campeón varias veces en el club. Fue entrenador de Argentina y Colombia.
PEUCELLE, Carlos Desiderio. El creador de La Máquina: sugirió ubicar a Pedernera como centrodelantero más retrasado. Jugó en River entre 1931 y 1941, y brilló como wing derecho; disputó 327 partidos, hizo 121 goles y se consagró en diez oportunidades. River le pagó la friolera de 10 mil pesos para contratarlo (era jugador de Sportivo Buenos Aires y de la Selección argentina), lo que le valió al club el apodo de Millonarios, un año después, cuando adquirió también a Bernabé Ferreyra.
TREZEGUET, David. Siempre manifestó ser hincha de River. Cumplió su sueño en 2012, en la B Nacional, y resultó esencial para la vuelta a Primera. En pocos partidos demostró su jerarquía goleadora.
PASSARELLA, Daniel Alberto. Kaiser/Gran Capitán. Considerado por muchos como el mejor defensor de la historia. Su nombre es reconocido en el mundo. Marcador central zurdo, de enorme jerarquía y temperamento. Goleador serial: 178 gritos en su carrera (43 de ellos de tiro libe). El único futbolista argentino en conseguir dos Mundiales (Argentina 1978 y México 1986). En River fue campeón siete veces como jugador y tres como entrenador. Fue técnico y presidente del club.
GALLARDO, Marcelo Daniel. Muñeco/Napoleón. Talentoso ilimitado como jugador y notable estratega como técnico. En la cancha fue un enganche clásico, de calidad exquisita. Multicampeón en sus dos versiones. Es el actual entrenador y, de su mano, River volvió a la gloria internacional y Japón. Obtuvo ocho títulos: cinco internacionales (Sudamericana, Libertadores, Suruga Bank y dos Recopas) y tres nacionales (dos Copas Argentinas y la Supercopa Argentina). El último de ellos, la Supercopa, con el sabor inigualable de ganarle una final a Boca. Ganador nato.
Y muchos, muchos otros jugadores talentosos que pasaron por el club de Nuñez. Feliz aniversario River!!!