El Peque cayó con el español por 6-3, 6-3 y 7-6 (0). Rafa, que va en busca de su título 13 en el Grand Slam francés, está en la final.
Diego Schwartzman (14 del ranking mundial de la ATP) dio todo lo que tenía pero quedó eliminado en las semifinales de Roland Garros, el tercer y último certamen de Grand Slam de la temporada. El argentino, que atraviesa el mejor momento de su carrera, cayó ante Rafael Nadal (2) por 6-3, 6-3 y 7-6 (0).
El Peque, que desde el lunes será 8 del mundo, venía de librar una batalla durísima contra el austríaco Dominic Thiem (3), al que venció en cinco parciales, y llegaba con el antecedente de haber vencido a Nadal en su último juego previo, que había sido el mes pasado en el Masters 1000 de Roma. Sin embargo, hoy la historia fue bien distinta y Rafa muestró porqué es una leyenda en París.
En el primer set el saque le jugó muy en contra al argentino, que sufrió un rápido quiebre pero pudo recuperarse. A pesar de esto, solo pudo ganar 3 puntos sobre 10 con su segundo servicio, cometió dos dobles faltas y eso ante un rival como Nadal y en Roland Garros es una sentencia inapelable. Así la manga inicial se le escapó por 6-3.
El segundo parcial siguió con una tónica parecida, el Peque dio batalla, logró más tiros ganadores que el español (9 a 8), pero se equivocó un poco más (12 a 7) y no logró chances de quiebre sobre el saque de Nadal, tras las cuatro que tuvo en el primer set. También se le escapó por 6-3 porque su rival cuando huele sangre no perdona.
El tercer set fue palo y palo y dos veces estuvo quiebre abajo Schwartzman: 1-3 y 2-4, pero pudo volver. Llegó a igualar y a tener cuatro bolas para ganarle el saque a Rafa y pasar así a sacar para set. Sin embargo, tanto por errores propios como por aciertos del español, las oportunidades se le escaparon. Luego mantuvo y llegaron al tiebreak. Allí Nadal no le dio opción y cerró de manera magistral con un 7-0 en el desempate, para terminar el juego luego de tres horas y 9 minutos. Su rival el domingo será el serbio Novak Djokovic (1º), quien alcanzó su quinta final de Roland Garros tras vencer al griego Stefanos Tsitsipas (6º) por 6-3, 6-2, 5-7, 4-6 y 6-1, en tres horas y 54 minutos juego.