La convocatoria fue masiva y, según los organizadores, concurrieron 65.000 personas. Además, sumó a otros sectores al reclamo.

Bajo un sol radiante y una temperatura primaveral, el campo tuvo ayer su gran jornada de protesta en un día emblemático para los argentinos. Además de celebrar un nuevo aniversario de la Independencia, el sector advirtió que no permitirá que el Gobierno lo pase por encima. Para muchos fue un día histórico, que podría derivar en un quiebre en la relación entre los representantes de los productores agropecuarios y la administración de Alberto Fernández. Y también se podría transformar en un mejor entendimiento y trabajo conjunto entre el campo y la ciudad.

La fecha patria fue recordada por varios en San Nicolás porque coincidió con otro día emblemático para el sector, el acto del 25 de mayo de 2008, durante el conflicto por la Resolución 125, cuando gobernaba la actual Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. “Ese día hubo más de 300.000 personas”, recordó uno de los productores que estuvo en la marcha, ayer al mediodía. Entre los asistentes al acto, se encontraban ex integrantes de la Mesa de Enlace de ese año: Hugo Biolcati, de Sociedad Rural Argentina; Mario Llambías, de Confederaciones Rurales Argentinas, y Carlos Garetto, de Coninagro.

Esta vez fue menos gente que en aquel acto de Rosario, pero no por eso fue menor, al contrario. En un contexto diferente, con un fuerte malestar y rechazo a las políticas oficiales, hubo una concurrencia masiva, calculada en 65.000 personas por parte de los organizadores. La convocatoria superó las expectativas de muchos productores y dirigentes. El sector agropecuario no solo supo darle fuerza a sus reclamos en rechazo a las políticas del Gobierno nacional para con la actividad, sino también celebró ser una especie de canal de comunicación para diferentes sectores de la economía y de la sociedad que fueron afectadas por las decisiones oficiales y que evidencia una crisis económica de importantes características, agravada por la pandemia.

Es que si bien el grueso de los concurrentes y el cierre del acto estuvo a cargo de los dirigentes de la Mesa de Enlace –que definieron al gobierno como “mentiroso”–, la participación no fue exclusiva de los productores, como así tampoco los discursos, ya que subieron al escenario docentes, pequeños empresarios, sectores que representan a los jubilados y estudiantes, entre otros. Todos coincidieron en defender los derechos ciudadanos, cuestionaron la manera en que el Gobierno administra la pandemia y reclamaron un cambio de rumbo, en beneficio de la producción y el trabajo.

De esta manera, hubo una suerte de discurso común en el que se concentraron los reclamos y los pedidos de un considerable sector de la sociedad, que derivó en una proclama conjunta de ocho puntos. La llamada Proclama de San Nicolás incluyó desde pedir a las autoridades que respeten la Constitución nacional y que el derecho a la propiedad privada esté garantizado, las clases presenciales y una baja en el gasto público. En tiempos de pandemia, fue emotivo el minuto de silencio a los fallecidos por el coronavirus, y el sentido aplauso de los asistentes para reconocer la tarea de todo el personal de salud del país.

Bajo este amplio espectro se llevó a cabo una multitudinaria manifestación a la vera de la ruta 9 a la altura del kilómetro 228 que comenzó a las 10 de la mañana y que finalizó pasado el mediodía. Además, el clima acompañó, con temperaturas primaverales que invitaban a estar al aire libre. Todos con barbijos y manteniendo el distanciamiento social, para cumplir con los protocolos para prevenir la pandemia.

Nada detuvo al público que llegó desde diferentes lugares del país. Uno de los primeros en arribar, el jueves a la tarde, fue el productor viñatero Eduardo Sánchez, quien en el último verano lideró las marchas de productores de uva en su provincia, San Juan, por los bajos precios que les pagaban las bodegas.