Tamara Yaquelin Zalazar tenía 19 años. El 13 de enero de 2016 fue encontrada asfixiada, en una zanja, cerca de Lomas de González, sobre Ruta Provincial Nº5. Debieron pasar dos instancias de juicios para que la joven y su familia reciban justicia y la muchacha pueda descansar en paz.
El Tribunal Oral Penal Nº1 condenó al único imputado, Raúl Alberto Escalante, de 42 años, a la pena de reclusión perpetua por el delito de Homicidio Calificado por mediar Violencia de Género.
Una multitud - entre amigos, conocidos, allegados a la familia y organizaciones sociales -esperó la sentencia afuera del edificio del Tribunal, ubicado sobre calle Placido Martínez al 1000, de esta ciudad capital.
“Hoy creo en la justicia. Dos mujeres los absolvieron y los hombres lo condenaron”, dijo Jorgelina, madre de la joven asesinada, tras conocer la condena.
“La gente (organizaciones sociales, amigos y conocidos) nos dio fuerzas durante todos estos años, sin ellos, sólo íbamos a ser dos pájaros locos pidiendo justicia”, dijo por su parte Sergio, padre de Tamara.
Ambos, tras escuchar el fallo, se abrazaron, lloraron y gritaron “¡descansa en paz, Tamara!”.
Primero fue absuelto
Vale mencionar que, en abril de 2018 el Tribunal Oral Penal (TOP) Nº1, integrado por los jueces Cynthia Godoy Prats, Ana Figueredo y Juan Carlos Guerin, por mayoría, absolvió a Escalante “por insuficiencia probatoria”.
En septiembre del mismo año, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) resolvió por mayoría, se declare de oficio la nulidad de la sentencia del TOP Nº1 y solicitó se realice un nuevo debate con otra integración del tribunal. En su oportunidad, dijo a época el fiscal general del Poder Judicial, César Sotelo, que fue “nulo y arbitrario” el fallo, al prescindir injustificadamente de prueba indiciaria, lo que calificó como un desconocimiento de la Ley 26.485 que dispone que, en los procesos en los que se ventila un caso de violencia contra la mujer, ha de garantizarse el derecho a la amplitud probatoria para acreditar los hechos denunciados, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en las que se desarrollan los actos de violencia y quiénes son sus naturales testigos.
Nuevo debate
El 17 de junio pasado inició la audiencia con el tribunal presidido por Juan José Cochia, y los vocales Ariel Azcona y Román Facundo Esquivel. Ese día, declaró el imputado y dio su versión de los hechos, sin responder preguntas de las partes.
Fueron en total seis jornadas de debate.
Ayer, a las 8:20, después de escuchar por ultima vez a Escalante decir que esperaba una resolución justa, los integrantes del tribunal dieron un cuarto intermedio y fueron a deliberar. Dos horas más tarde, condenaron a prisión perpetua a Raúl Escalante por Homicidio Calificado por mediar Violencia de Género.
Los padres de la joven asesinada, que aguardaban la resolución del fallo en la sala de audiencias, se abrazaron y lloraron. Recibieron justicia.
Se ordenó, en la misma sentencia, su inmediata detención. Raúl Escalante salió esposado del debate y fue trasladado a la comisaría Primera, previo a su traslado a la Unidad Penitenciaria N´6, donde cumplirá su condena.
Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo 1 de septiembre, a las 12:45; desde ese momento y por un lapso de diez días, Nicolás Báez -defensa oficial- podrá presentar un recurso de casación, aunque aclaró en sus alegatos que tras conocerse la anulación del anterior debate, hicieron presentación ante la Corte Suprema para que se revea el fallo.
La asfixió
La autopsia médico-legal determinó que Tamara Zalazar murió por “estrangulamiento por asfixia mecánica”.
Se comprobó también, que la chica pereció entre las 12:30 y las 15, del 12 de enero de 2016, fecha y hora en las que estuvo con Raúl Escalante.
En su cuerpo hallaron además restos de material genético del imputado.
El femicidio
Escalante la convocó telefónicamente, el 12 de enero de 2016, la alzó a su vehículo sobre avenida Maipú y se dirigieron hacia un motel a las afueras de la ciudad, en el que tuvieron relaciones sexuales.
Los hechos indicaron que después la ahorcó con un cable que fue encontrado en su vehículo, cuyas marcas coincidieron con las dejadas en el cuello de Tamara. Momentos más tarde, descartó el cadáver de la joven en un lugar que él conocía perfectamente -ya que lo utilizaba como baño cuando viajaba con su familia a Lomas de González- para luego dirigirse al paraje Tacuaral, al cual dijo que fue a trabajar.
Testigos mencionaron que llegó muy acalorado y nervioso.
Al día siguiente, se comunicó con su familia y le avisaron que lo estaban buscando por “la muerte de una chica”, por lo que se dio a la fuga.
Tiró su teléfono celular en una laguna que hay en la zona y se ocultó en el campo hasta que, cercado por la Policía, decidió entregarse, dando una versión distinta a la que dio en ambos juicios.
Escalante, al momento del hecho, se desempeñaba como albañil, pero su profesión era docente.
A la muchacha la contactó por redes sociales. La familia recibió apoyo social
En todas las jornadas de audiencia, tanto en el primer debate como en este segundo, Jorgelina y Sergio -padres de Tamara- fueron respaldados por amigos, conocidos y grupos sociales.
De manera pacífica siempre, con carteles de “Justicia por Tamara” apostados afuera del edificio del TOP.
Ayer, la convocatoria fue mayor que la usual y, a pesar del frío y la llovizna, muchas personas se hicieron presentes.
Hubo abrazos y llanto.
El hijo de Tamara también estuvo.
Luego de cinco años y siete meses, la familia obtuvo justicia y la muchacha estará en paz.
Los padres de la joven agradecieron a los jueces, abogados, y a los medios de comunicación por escucharlos en su pedido de justicia.
El lugar permaneció vallado y una columna de efectivos de la Fuerza policial estuvo en la zona desde horas tempranas.





























