Recientemente tomaron estado público casos de acoso laboral y sexual en distintos ámbitos laborales del mundo del espectáculo. Estos casos, lejos de ser aislados, demuestran una realidad que muchas veces y de manera silenciosa se vive en las oficinas y ámbitos laborales más comunes de nuestra sociedad.
Graciela Pianalto, licenciada en Psicología (Matrícula 116), directora de Salud Mental del Ministerio de Salud de Corrientes y docente de la Facultad de Medicina visitó radio UNNE para hablar acerca de esta temática.
Explicó que “el trabajo es un regulador de la identidad de cada ser humano, pero también es un regulador social ya que de acuerdo con nuestro trabajo nos posicionamos frente a otro”.
Destacó que “las mejores herramientas que podemos aplicar ante un acoso son personales y tienen que ver con la forma de expresar lo que necesito, pienso y quiero sin tener miedo y sin llegar a los límites de violencia psicológica o física”.
“A la hora de hablar de acoso, hay una serie de intereses que se ponen en juego; por un lado, hay conductas de hostigamiento y violencia psicológica, y por otro está el estado emocional de la persona, cómo recibe esta situación y cuáles son las herramientas que tiene” señaló la psicóloga que advirtió que “si bien uno muchas veces no puede elegir el contexto o el lugar que ocupa en determinado ámbito, si se puede elegir cómo pararse frente al maltrato, psicológico o físico”.
En Argentina, según cifras del Ministerio de Trabajo de la Nación, las denuncias por acoso sexual laboral pasaron del 5 al 7% del total de los casos en los últimos seis meses.
Entre enero y septiembre de este año, entre llamados y correos electrónicos, la Oficina de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo recibió 6.377 denuncias de acoso laboral: el 70% fueron hechas por mujeres y unos 450 casos fueron por situaciones de acoso sexual. Son, en promedio, casi dos denuncias de este tipo por día -las otras son por violencia psicológica y física.
En este sentido, Pianalto sostuvo que “desde la psicología se trabaja en las herramientas personales de comunicación y vínculos de trabajo” y agregó que “las mejoras en las formas de comunicación son las que permiten, sin agresión, plantear las situaciones antes de que las mismas desencadenen una agresión, violencia o acoso laboral”.