El médico infectólogo Jorge Galíndez explicó en Radio La Red Corrientes los riesgos y características de esta enfermedad bacteriana, tras confirmarse un brote en la provincia de Buenos Aires.
Durante una entrevista en Radio La Red Corrientes, el médico infectólogo Jorge Galíndez confirmó que se ha tomado conocimiento de un brote de fiebre tifoidea en la provincia de Buenos Aires y explicó que, si bien no hay riesgo inmediato de contagio en Corrientes, es fundamental extremar los cuidados de higiene y control del agua y los alimentos.
“La fiebre tifoidea es una enfermedad bacteriana, no viral, y responde bien al tratamiento con antibióticos”, aclaró el especialista. Se trata de una infección causada por la bacteria Salmonella typhi, que se transmite principalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados, especialmente en contextos de deficiente saneamiento o manipulación inadecuada de comidas.
Galíndez explicó que el brote ocurrido en Buenos Aires estaría vinculado a un asentamiento en el que se realizaron perforaciones informales para obtener agua, pero sin garantías de potabilidad. “Parece que tomaron agua contaminada con residuos cloacales. Esa imprudencia generó el brote”, sostuvo.
El profesional remarcó que la enfermedad tiene un período de incubación de una a tres semanas y que los primeros síntomas pueden confundirse con otros cuadros comunes: fiebre, escalofríos, dolor abdominal, cefalea y malestar general. “Lo que suele alertar al médico es cuando varios miembros de un mismo grupo familiar o entorno presentan síntomas similares”, detalló.
Aunque remarcó que no hay riesgo de transmisión directa a Corrientes por el brote en Buenos Aires, Galíndez enfatizó la necesidad de mantener la vigilancia epidemiológica y reforzar medidas de higiene, especialmente en la manipulación de alimentos y el consumo de agua segura.
“Debemos tener cuidado al consumir comida de la cual no sabemos cómo fue preparada o si la persona que la manipuló tenía buena higiene. Muchas veces estas bacterias se transmiten cuando un cocinero o manipulador no se lava bien las manos y está cursando un cuadro de diarrea infecciosa”, advirtió.
En casos no tratados a tiempo, la fiebre tifoidea puede evolucionar hacia cuadros graves como sepsis, confusión, shock y, en raras ocasiones, la muerte. Por eso, Galíndez recomendó consultar al médico ante síntomas persistentes y no subestimar los riesgos, especialmente en contextos de pobreza o falta de acceso a servicios sanitarios básicos.




























