Se presentó en Comodoro Py y fue en la fiscalía de Stornelli donde firmó el acuerdo para declarar. Era un hombre del círculo más íntimo de Néstor Kirchner y de Julio de Vido.
Claudio Uberti, un hombre de estrecha confianza del ex presidente Néstor Kirchner y de su ministro más poderoso, Julio De Vido, decidió hoy declarar como arrepentido en la causa conocida como “los cuadernos de la corrupción”. La decisión la tomó en las últimas horas y se cristalizó con la firma de un acuerdo ante el fiscal Carlos Stornelli. Desde el viernes era buscado y estaba en condición de prófugo, tras ser salpicado por el relato de otro “imputado colaborador”: el empresario Carlos Wagner, articulador del esquema de corrupción en la obra pública durante los años del kirchnerismo.
Fuentes judiciales confirmaron que Después de más de tres horas de declaración indagatoria en la fiscalía de Stornelli Uberti logró acordar convertirse en el próximo arrepentido en esta causa que lo tiene, en principio, como partícipe necesario de la asociación ilícita que habría movido, al menos, unos 200 millones de dólares en coimas.
La decisión de declarar contra sus ex jefes ocurrió antes de presentarse en la tarde del lunes en los tribunales de Comodoro Py. El viernes habían emitido una orden de detención luego de ser mencionado como uno de los integrantes clave de todo el circuito de coimas y distribución de dinero negro desde las empresas a la política durante el gobierno de Néstor y, también, de Cristina Kirchner.
Uberti se convertirá -tras la firma y la homologación por parte del juez que instruye la causa, Claudio Bonadio- en el primer funcionario en pasar a la categoría de “imputado colaborador”. Más allá de eso, en el corto plazo, el ex funcionario iba a ser trasladado a la delegación de la calle Cavia de la Policía Federal, el barrio porteño de Palermo.
De prófugo a colaborador
El ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) del kirchnerismo no registraba salidas del país y por eso no se había ordenado su captura internacional.
Esta causa ya cuenta con 8 imputados colaboradores la mayoría de ellos empresarios de la construcción y del sector energético que admitieron haber realizado pagos ilegales al gobierno kirchnerista. Además de Uberti, el ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, reconoció que recibió dinero no declarado de empresarios para la campaña electoral.
Uberti integraba un pelotón de nuevos implicados en el caso de corrupción más explosivo de la historia argentina. Ese grupo lo integraban además José María Olasagasti -ex secretario privado de Julio De Vido-, el ex titular de la UIA, Carlos Lascurain, y el empresario Raúl Vertúa. Todos quedaron comprometidos después de la declaración indagatoria del ex presidente de la cámara de la construcción, Carlos Wagner, quien reveló un “sistema” de cartelización de la obra pública y pago de “retornos, coimas”, donde mencionó a todas estas personas.
En esta causa conocida como los “cuadernos de la corrupción” se investiga un circuito de sobornos que podría ascender a 200 millones de dólares, Uberti y los demás están acusados de ser partícipe necesario de la asociación ilícita en la que hay más de 38 personas imputadas.
Todos integrarían un “sistema creado” por el ex ministro para la cartelización de la obra pública, que implicaba que las empresas decidían de antemano qué firma ganaba cada licitación de una obra pública, se acordaba el pago del 10 al 20% del monto de obra en concepto de sobornos. Entonces, entre los que oficiaban de intermediarios para el cobro y distribución del dinero estaba, entre otros, Uberti.
Prófugo desde el viernes por la noche, cuando el juez Bonadio ordenó el allanamiento a su propiedad y su detención, Uberti decidió entregarse este lunes por la tarde en los Tribunales de Comodoro Py y fue al quinto piso, donde se encuentra al fiscalía de Stornelli.
El ex funcionario kirchnerista conoce estas situaciones: fue investigado por el escándalo de la valija de Antonini Wilson, el venezolano que intentó ingresar US$ 800.000 en 2007 en un vuelo que venía de Venezuela y en el que también viajaba Uberti. En 2012 la Justicia lo sobreseyó.
Además, Uberti que fue buscado los últimos tres días por la Policía Federal, fue considerado como jefe de la “embajada paralela” que funcionó en Venezuela al margen de la misión oficial que dirigía el embajador Eduardo Sadous.
El año pasado el Congreso reformó la ley antilavado por pedido del GAFI y eliminó la cláusula que agravaba la pena para ese delito si era cometida por un funcionario. Así a Uberti le habían correspondido sólo 3 años y ya la investigación llevaba 5.
Fuente: clarin.com