La Confederación Sudamericana dejó pendiente los últimos detalles de la organización al fallo del Tribunal de Disciplina. El partido sería el 8 o el 9 de diciembre y dicha decisión termina perjudicando al club de Nuñez.

 

La Conmebol confirmó que la final entre River y Boca por la Copa Libertadores se jugará en el exterior y no en Argentina, aunque aclaró que esa decisión estará sujeta a lo que resuelva el Tribunal de Disciplina.

 

El organismo indicó que el partido se disputará “entre el 8 y 9 de diciembre”, pero no en Argentina, y aclaró que aún no se definió el escenario en donde se disputará.

 

Tras este fallo emitido por Conmebol, luego de la reunión en Conmebol, River Plate queda sin igualdad de condiciones puesto que ninguna de las dos finales se habrán disputado en su estadio, el Monumental.

 

Aún se desconoce si dicho partido se jugará con ambas parcialidades o solo con público “Millonario” como debería haberse jugado el sábado 24 de noviembre.

 

No jugarse en su cancha implica para River un dolor de cabeza desde lo económico ya que resta saber la sede, la capacidad de dicho estadio y si las entradas válidas para el partido en fecha original seguirán teniendo el mismo valor.

 

Además habrá que ver qué ocurrirá con quienes tienen su entrada pero no podrán viajar a Paraguay en caso que el partido se juegue.

 

En el comunicado difundido por el organismo sudamericano explicó que una vez que el Tribunal Disciplinario se expida, en favor que se juegue el partido, la Conmebol “se hará cargo de todos los gastos de viaje, hospedaje, alimentación y traslado interno de hasta 40 personas por delegación”.

 

Asimismo, indicó que “las coordinaciones de seguridad con las autoridades correspondientes” correrán por cuenta de la Conmebol.

 

Boca por su parte insiste en negarse a jugar el encuentro y agotar todas las instancias administrativas para que se lo de ganado mediante un fallo.