El Arzobispado de Corrientes, a sesenta días de la desaparición de Loan, abraza fraternalmente a su familia y al pueblo de 9 de Julio, afectados directos por esta situación tan triste y dolorosa, como lo es la tan prolongada ausencia del pequeño niño.

Todos necesitamos urgentemente tener noticia sobre su vida, por lo cual nos unimos al sostenido reclamo de justicia expresado por los correntinos a través de diversos medios pero, muy en especial, en las marchas que claman por la aparición con vida de Loan. Junto a ellos, pedimos una vez más, celeridad y justicia en el obrar a las autoridades competentes que tienen la grave responsabilidad de esclarecer este hecho, que daña profundamente el alma de nuestro pueblo.

En nuestras comunidades parroquiales, en cada misa, en las diversas reuniones de grupos, en cada hogar, mantenemos constante nuestra oración por Loan, por la integridad de su vida y la sagrada dignidad de su persona.

Sintámonos todos comprometidos en evitar que esto vuelva a repetirse, para que ningún niño esté expuesto nuevamente a situaciones como éstas, que degradan nuestra condición humana. Ponemos a Loan en el corazón de nuestra Madre de Itatí, para que allí donde él esté, ella lo abrace y lo cuide, con su ternura de madre.