El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunció hoy que la inflación en Argentina experimentó un fuerte aumento en el mes de agosto, llegando a un preocupante 12,4%. Este incremento mensual representa la tasa más alta en más de 32 años. Además, en los últimos doce meses, la inflación acumuló un alarmante 124,4%, lo que subraya la persistente presión sobre los precios en la economía del país.

Este drástico incremento se atribuye en gran medida a la devaluación de la moneda nacional posterior a las elecciones primarias (PASO), que generó una aceleración en la inflación en todo el país. El impacto de esta devaluación se ha traducido en un aumento significativo en la inercia inflacionaria.

Según el informe del Indec, el rubro que experimentó el mayor aumento en agosto fue “Alimentos y bebidas no alcohólicas” con un incremento del 15,6%. Esto se debió principalmente a los aumentos en los precios de carnes y derivados, así como verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron en la lista de mayores incrementos los rubros de Salud (15,3%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%).

Al analizar la inflación acumulada en los últimos doce meses por rubros, se observa que los restaurantes lideran la lista con un alarmante 142,2%, seguidos de cerca por alimentos y bebidas con el 133,5%, salud con el 127,8%, equipamiento y mantenimiento del hogar y recreación con el 125%, bebidas alcohólicas y tabaco con el 123,6%, y vestimenta con el 108,9%.

Para contrarrestar los efectos de esta escalada inflacionaria, el Gobierno ha implementado medidas de compensación de ingresos con el objetivo de proteger el poder adquisitivo de los salarios, especialmente en las semanas previas a las elecciones, para evitar que un aumento significativo en el precio de la canasta básica tenga un impacto negativo en la incidencia de la pobreza en el país.

El Ministerio de Economía también ha iniciado negociaciones con empresas de consumo masivo y otros sectores para establecer acuerdos de precios en productos clave de la canasta básica. A pesar de que estas negociaciones comenzaron hace casi un mes, aún quedan unas 145 empresas fuera de la firma de dichos convenios.

La inflación había mostrado cierta estabilidad, aunque en niveles altos, en los dos meses previos a la devaluación. En julio, la inflación fue del 6,3%, lo que representó un aumento de 0,3 puntos porcentuales respecto a junio, cuando se situó en el 6%. El punto más alto se alcanzó en abril, con un 7,4%, después de una aceleración de precios que siguió a la crisis cambiaria de la segunda mitad de ese mes.

Con estos últimos datos, la inflación minorista acumuló un 60,2% en los primeros siete meses del año y un 113,4% en los últimos 12 meses. Algunos informes oficiales provinciales indican que la inflación se aceleró nuevamente en agosto, alcanzando niveles que no se veían en la economía argentina en más de 20 años, siendo la cifra mensual más alta desde febrero de 1991, antes del lanzamiento del plan de convertibilidad.

El dato de inflación anual del 124,4% implica que el 12,4% de agosto equivaldría a una tasa anualizada del 308,3% si se mantuviera durante un año, y el núcleo del 13,8% equivaldría a un 371,7%.

La Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires informó que la inflación en la ciudad durante agosto fue del 10,8%, superando el 7,3% registrado en julio. Esto llevó a un aumento acumulado del 79,8% en los primeros ocho meses del año y una variación interanual del 127,3%.

En un análisis sobre la economía de Argentina, Latin Focus destacó que la inflación se disparará en 2023 en comparación con el año anterior, impulsada por una depreciación del peso y una generosidad fiscal antes de las elecciones de octubre. Según los expertos consultados, se espera que los precios al consumidor aumenten en promedio un 124,5% en 2023 y un 152% en 2024, lo que representa un aumento significativo con respecto a las proyecciones anteriores.

Infobae