El empresario intentó recusar a uno de los jueces con una carta a último momento, pero el Tribuna rechazó el pedido de nulidad.
El empresario detenido Lázaro Báez comenzará a ser juzgado hoy en debate oral y público junto otras 24 personas por lavado de dinero luego de su intento de suspender el juicio a través de una carta donde recusó a uno de los jueces. El Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) rechazó la recusación y mediante un decreto señaló que se tratarán cuando se dé lugar “a las cuestiones preliminares”.
Báez, está detenido desde abril de 2016 con prisión preventiva por orden de Sebastián Casanello, y otras 24 personas, entre ellas sus cuatro hijos. A partir de las 9.30 en la denominada Sala AMIA tiene lugar el debate donde en una primera audiencia se dará lectura al requerimiento de elevación a juicio hecho por la fiscalía a cargo de Guillermo Marijuan y las querellas, en el caso la Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción.
El Tribunal 4 está integrado por los jueces Guillermo Costabel, María López Iñíguez y Adriana Palliotti, en tanto que la acusación estará a cargo del fiscal de juicio Abel Córdoba y las qeurellas. En el banquillo de los acusados además de Báez, estarán sus hijos Martín, Leandro, Luciana y Melina, el arrepentido Leonardo Fariña, el financista Elaskar, el abogado Jorge Chueco, el contador Daniel Pérez Gadín y su hijo Sebastián, el empresario Juan Carlos Molinari, el presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza, y Fabián Rossi, este último el ex marido de la vedette Iliana Calabró .
Los únicos que llegan detenidos al juicio son Báez, Chueco y Pérez Gadín quienes cumplen prisión preventiva por peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación. Según las fuentes consultadas, se prevé que durante el debate declaren más de 90 testigos por lo que la duración del proceso se estima en unos ocho a nueve meses. Entre otros hechos se investiga a Báez y el resto por “haber conformado una estructura jurídica, societaria y bancaria en la Argentina y en el extranjero, con el fin de canalizar, convertir, transferir, administrar, vender, disimular y/o poner en circulación en el mercado fondos de procedencia ilícita” para “convertirlos e integrarlos al circuito económico formal bajo apariencia de licitud, al menos durante el período comprendido entre los años 2010 y 2013”.
Además, Báez está acusado por múltiples hechos de lavado de dinero así como por utilización de facturas truchas para justificar gastos millonarios.