Mauricio Macri obtuvo finalmente en la tarde de este martes la foto que quería. Recibió en la Casa Rosada a 19 de los 24 gobernadores en el intento de dar una señal política en medio de la turbulencia económica y de encaminar las negociaciones por la ley de Presupuesto 2019, que este viernes llegará al Congreso.
A la reunión faltaron 5 gobernadores. Con aviso previo, porque están de viaje en el exterior, el santafesino Miguel Lifschitz y el entrerriano Gustavo Bordet.
La sorpresa fueron los faltazos del pampeano Carlos Verna, la santacruceña Alicia Kirchner y el sanluiseño Alberto Rodríguez Saá. Los tres son duros opositores al Gobierno, pero habían estado en la mañana de este martes en el CFI con el ministro del Interior Rogelio Frigerio.
Con el Presupuesto, que el oficialismo quiere sancionar antes de diciembre, y el nuevo acuerdo con el FMI, el Ejecutivo busca enviar una señal de gobernabilidad a los mercados y estabilizar el dólar.
La interpretación de la cumbre de este martes varía según los interlocutores. Los mandatarios provinciales, que mantuvieron una extensa reunión previa en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), primero a solas y luego con Rogelio Frigerio, negaron que hubiera un acuerdo.
En la Casa Rosada, sin embargo, se mostraron optimistas de que los legisladores de la mayoría de los gobernadores del peronismo de mejor diálogo con el oficialismo acompañarán la sanción.
Sin embargo, imaginaban un consenso más amplio y un apoyo más contundente. “Discutimos sobre el Presupuesto y llegamos a la conclusión de que es muy importante facilitarle al Gobierno nacional la posibilidad de contar con la herramienta de gestión más importante, que es el Presupuesto. Es fundamental que sea equilibrado entre los ingresos y los gastos. Hay un consenso total respecto a este punto”, analizó el ministro del Interior tras la reunión con los gobernadores.
De la reunión en el Salón Eva Perón, participaron además de Macri y Frigerio, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.
El ministro del Interior se había puesto desde el principio al frente de la negociación. Luego de numerosas reuniones con ministros provinciales y gobernadores, la negociación empezó a avanzar en los últimos días. Preso de la necesidad, el Gobierno terminó por aceptar varias de las condiciones de los gobernadores. Ya había consentido el aumento del impuesto a los bienes personales radicados en el exterior a pesar de que la AFIP y Hacienda se resistían a cambiar las reglas del juego de los contribuyentes que ingresaron al blanqueo.
También accedió a la suspensión durante un año del impuesto a los sellos el impuesto a los débitos y créditos, del que no se podría deducir más del 33%. El Gobierno sin embargo sigue firme a la negativa de suspender la baja de Ingresos Brutos a las que se habían comprometido las provincias en el Consenso Fiscal que se firmó en noviembre de 2017 en el mismo salón. Frigerio afirmó que la rebaja sigue firme.
El ajuste de las provincias que empuja la Casa Rosada sigue firme. El recorte sumará $ 100 mil millones que saldrán de la eliminación del fondo sojero y el traspaso de la competencia de la tarifa social eléctrica y de los subsidios al transporte, que impacta principalmente en el área metropolitana, que administra Cambiemos. Frigerio reconoció que se estudian alternativas para terminar las obras en ejecución que el Fondo Sojero financiaba a municipios.
Fuente: clarin.com