Las controversias que parecían superadas reaparecieron, en el marco de la separación de la sociedad en la firma Supermax, la cadena de supermercados mas importante de la ciudad en la que trabajan alrededor de 700 empleados.
En los últimos días, una de las partes reveló el incumplimiento del acuerdo arribado a instancias de la justicia civil por parte de quien quedó a cargo de la empresa. Carlos Irigoyen denunció ante las autoridades competentes que Alberto Castro no cumplió con lo pactado. “Al dia siguiente del acuerdo pudimos constatar que comenzaron a desmantelar los locales que nos tocaba, en el marco de la separación de bienes” afirmó Irigoyen quien ante ello presentó pruebas, carta documento y actas notariales exigiendo a Castro el cumplimiento del acuerdo alcanzado semanas atrás.
Entre los incumplimientos constatados está el desmantelamiento del sistema de refrigeración de alimentos de la sucursal de Bolivar al 500, una de las casas que le corresponde a Irigoyen de acuerdo al acta suscripto ante las autoridades judiciales. Pero no solo de eso se trata: hasta el momento – denunció Irigoyen – no se hizo entrega del predio, y tampoco de los otros dos locales que le corresponde.
Esta situación, advierte Irigoyen, llevará inexorablemente a la caída del acuerdo suscripto poniendo en peligro la fuente de trabajo de los 700 empleados ya que de acuerdo a los procedimientos judiciales, correspondería el cese de actividad de la firma y la correspondiente liquidación.
Una de las principales empresas correntinas que da trabajo de manera directa a 700 personas, y de manera indirecta a una cifra superior a los 2500, está en peligro. “Esta insolita actitud de comprometerse en una mediación y después incumplir las clausulas y requisitos pone en estado de icertidubre la continuidad de la firma” sentenció Irigoyen.





























