El procedimiento fue ordenado por el fiscal Norberto Brotto: buscan las actas de venta de tickets y el registro de socios para realizar una comparación con las 300 entradas incautadas el viernes

La Policía de la Ciudad allana el estadio Monumental en el marco de la causa de reventa de entradas en la Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca. Por orden del fiscal Norberto Brotto, quien investiga la reventa en el Millonario desde abril pasado, los oficiales buscan las actas de venta de tickets y el registro de socios para realizar una comparación con las 300 entradas incautadas el viernes en el domicilio de Héctor Caverna Godoy. La Justicia ya había probado mediante una pericia que las entradas en manos del barra brava eran reales; enterado de la novedad, Brotto dispuso el procedimiento.

El club se encuentra cerrado para los socios: solamente se encuentran en las instalaciones los empleados. El foco del allanamiento se situó en las boleterías, en la oficina de socios y en la sala de video.

En el allanamiento del viernes en dos domicilios (uno en San Miguel y otro en Villa Devoto), a Godoy, además de las tickets, le habían secuestrado 7 millones de pesos, aunque en cada causa judicial que enfrentó aseguró que vive de changas.

“Es probable que parte de lo que nosotros venimos investigando, que tiene que ver con los allanamientos que hizo la Justicia, haya hecho que grupos de violentos generaran incidentes o algún tipo de represalia”, argumentó Diego Santilli, vicejefe de porteño, sobre los incidentes que provocaron la suspensión del Superclásico del sábado y que terminaron con varios futbolistas de Boca heridos.

La causa del fiscal Brotto no es nueva. Comenzó en abril de este año con un seguimiento al sitio Mercado Libre por la reventa de un partido de River Plate en ese mes, lo que dio intervención a la División Conductas Delictivas en Espectáculos Públicos de la Policía porteña.

La reveant por entradas legítimas llega a números astronómicos. Brotto no es el único fiscal en el tema. Según la investigación de la Unidad de Delitos Complejos de la Ciudad de Buenos Aires que trabajó en el Superclásico del domingo 11 de noviembre, bajo las órdenes del fiscal Cristian Longobardi, en algunas áreas relevadas de la Bombonera no menos del 25% de los asistentes tenían entradas legales compradas en reventa. Por ejemplo en el sector K del estadio, cuya capacidad es para 2135 personas, casi 500 hinchas ingresaron con tickets a nombre de otros abonados.

De acuerdo a investigadores del caso, solo el hotel que lleva el nombre del club habría metido 50 personas que admitieron pagar hasta 1750 dólares por un ticket, la mayoría de ellos turistas.