Paolo Quinteros dialogó esta tarde con La Red Deportiva y allí dejó sus sensaciones tras la apretada derrota de anoche en el ‘Ángel Sandrín’ de Córdoba (81-79) ante Instituto. Habló de la definición del juego, la levantada en materia ofensiva y lo que se viene en la serie.
“Más allá de la derrota y sabiendo que se nos escapó por muy poquito, el equipo terminó con otras sensaciones, reconfortado porque recuperamos nuestro juego y lo tuvimos en jaque a Instituto. También –más allá que ellos hicieron un gran juego- hubo un par de ‘cositas’ que no sé si no inclinaron la balanza pero nos podría haber dado más oportunidades. Hablo de la falta que le hacen a Fabián (Ramírez Barrios) en los últimos segundos y con el árbitro al lado, un árbitro que lleva muchas ligas y no puede no cobrar esa falta. Estábamos tres puntos abajo, son dos puntos que no convertís y dos que te convierten porque automáticamente nos hicieron una bandeja y de tres pasamos a cinco: ahí casi que se terminó el juego. Contento porque el equipo mostró otra cara, dio pelea hasta lo último y le demostró a Instituto que no le va a ser fácil ganar la serie”, dijo el capitán de Regatas Corrientes entre sus primeras consideraciones.
La idea fundamental del equipo correntino es poder reencontrarse con su básquet ya que “si el equipo vuelve a ser auténtico como lo fue cuando jugamos la Liga de las Américas (…) vamos a tener muchas chances de dar la sorpresa y ganar la serie. Más allá de eso, también hay que ser conscientes que enfrente tenemos un gran rival, ha hecho una gran temporada, terminó cuarto, pero tenemos jugadores con experiencia, somos un equipo muy ofensivo cuando estamos bien, y es lo que estamos intentando encontrar”.
Está claro que –más allá de sumar su 9na caída en fila- el equipo cambió la cara y eso se debe a que “esto es playoff y acá siempre cambia la mentalidad, cambia la concentración, un montón de cosas porque perdés y te vas a casa de vacaciones. Más allá que no estábamos bien, es un equipo con jugadores muy competitivos, no son conformistas, no quieren entregar la Liga así porque sí, más allá que es verdad que no veníamos jugando bien, el equipo se compenetró en que esto es otra competencia, aparte, que acá juegan los que asumen la presión, el compromiso. Somos jugadores que hemos jugado muchos playoffs, muchas instancias decisivas y bueno eso fue lo que cambió”, remarcó Quinteros.
Respecto a la planificación del primer punto, explicó que “teníamos que llegar al final del partido igualados para hacerle sentir la presión a ellos, que eran locales y tienen la obligación de ganar; intentamos atacar sus puntos débiles, por momentos lo logramos por momentos no; pero estuvo planteado así y vamos a seguir en esa línea porque vamos a tener muchas oportunidades”.
Lo importante es que “físicamente vamos a llegar bien, no hay excusas, tenemos que quemar las naves. El equipo se fue reconfortado, dolió la derrota pero por dentro sabemos que estuvimos muy cerca. Ellos, sin dudas, están preocupados porque pensaban que se iban a encontrar con otro Regatas, el que había perdido 8 partidos consecutivos. Mañana, si entramos así vamos a tener muchas oportunidades de revertir la serie. De todas maneras, esto recién empieza y si nos toca perder… tenés dos partidos en casa, podemos llevar la serie a un quinto juego; igualmente, si mañana ganamos no va a estar todo dicho tampoco”.
Para intentar traerse algo de Córdoba, “mañana tenemos que tratar de no entrar en la dinámica que ellos proponen, es un ritmo acelerado; creo que debemos frenar la pelota, fijarnos donde está la ventaja y atacar. La estrategia tenemos que cumplirla al pie de la letra. Ayer entramos –por momentos- en esa dinámica, en esa locura”, adelantó.
“El fixture nos mató”
Por último, cuando se le consultó el por qué de la merma en lo basquetbolístico, Quinteros detalló que anoche fue “la segunda o tercera vez en la temporada que el equipo estuvo completo; no nos olvidemos que hubo partidos en los que nos modificaron el fixture y realmente nos mataron físicamente”.
Y agregó que “es inconcebible que en la última gira hagamos Buenos Aires-Comodoro-Buenos Aires. Después de la Liga de las Américas (LDA) se pidió que no nos programen contra Quilmes y Peñarol (NdR: jugaron la LDA y a las 72 horas se presentaron en Mar del Plata), no sé qué pasó pero nos metieron esos dos partidos cuando veníamos de jugar seis partidos en diez días ¡Una locura! Y esas cosas, para la gente que lo ve de afuera tal vez no signifique nada pero para nosotros implica mucho desgaste, cansancio mental, físico, con viajes de 12 o 14 horas y es lógico que el equipo lo sienta y tenga una caída. Eso tuvo mucho que ver, el fixture nos mató y cuando entrás en una dinámica negativa cuesta salir, y ahí empiezan las frustraciones, las desconfianzas, muchas lesiones”.




























