Atenas no torció el brazo y siempre buscó contrarrestar la situación. Sims, combinado con algunos momentos de Meyinsse, Cantero y Romano, mantuvieron a los de Casalánguida a tiro, en una primera mitad muy buena para el griego a pesar de las pérdidas que acusó (6) por momentos, algo ansioso. Hobson no tuvo el mismo peso que en el principio, pero afortunadamente en la visita aparecieron otras alternativas.
El quiebre comenzó a verse de a poco y en el tercer cuarto. La realidad es que San Martín calibró la mira e hizo destrozos en la fragilidad defensiva de Atenas, que no llegó a taparle los espacios libres a un equipo que no perdonó desde el perímetro. Y si bien es cierto que los de González tomaron cuatro triples casi seguidos para pasar a ganar por una importante distancia de seis (72-66), el otro factor necesario que tuvo el local estuvo en las manos de García, muchísimo más vertical e incisivo a la hora de atacar. Y a eso se subió la garantía que dio Treise en la base, no solo anotando sino manejando todos los tiempos (doble mérito ante la ausencia de Faggiano por lesión)
Ofensivamente lo de Atenas no fue tan malo, pero atrás bajó su nivel y no pudo hacer nada contra un Rojinegro que le anotó 30 unidades y se despegó a un importante 80-71 al ingresar al último periodo. Eso empezó a marcar un abismo ya que apenas comenzó el parcial definitivo una racha de Keenan más el dueto García-Treise terminó de romper el partido: 88-74 para el dueño de casa a falta de siete minutos. Desde entonces Atenas solamente simuló ir metiéndose en juego, pero no pudo bajar el doble dígito de distancia gracias a los muchos puntos altos que supo tener San Martín (con Keenan, Treise y García a la cabeza). Terminó siendo 109-92, en un triunfo que reafirma el gran presente que están teniendo los correntinos.