El técnico campeón de la Copa Sudamericana con el club de su vida también rememoró momentos previos a la emocionante final y, con lágrimas en los ojos, manifestó que “con estos pibes voy a la guerra a todos lados”.

Tras haberse consagrado campeón de la Copa Sudamericana con Racing, en una emocionante final en la que vencieron a Cruzeiro de Brasil, Gustavo Costas, que es una de las personas más importantes de la historia del club, fue consultado por su continuidad, a pesar de las elecciones que se acercan, y le agradeció a los hinchas y a los jugadores por lo obtenido. También contó que Simeone y Scaloni lo felicitaron.

“Todavía no pensé en eso”, comenzó afirmando al ser consultado por su continuidad en el cargo y, en referencia al actual presidente, agregó que “yo soy un agradecido a Víctor (Blanco) porque pensé que nunca iba a vivir esto. No me habían llamado en los mejores momentos de mi carrera y no pensé que me iban a llamar ahora. Es más, cuando me llamaron pensé que era una mentira, que me estaban jodiendo. Hasta el último momento creí que era un chiste”.

Además, durante la entrevista que mantuvo con TyC Sports, dejó en claro que no le gusta “quedar en el medio de las elecciones” porque “hay gente que quiero, gente de Racing. No quiero que me tomen a mí ni de un lado ni de otro”.

En ese sentido, destacó el llamado de uno de los candidatos opositores como Diego Milito: “Me mandó un mensaje hoy, agradeciendo todo y yo se lo agradecí. No quiero pensar en mi futuro. Yo no vine a dividir Racing ni tampoco quiero eso. Si voy a dividir a Racing me voy”.

En cuanto a la charla técnica previa a la final en el estadio La Nueva Olla de Paraguay, declaró que “no sabía qué decirles. De lo táctico ya habíamos hablado. La noche anterior voy viendo cómo le puedo llegar al jugador, cómo los puedo contagiar. Y fue muy difícil. Ahí me acordé de mi papá futbolístico y de la final con Atlanta: el Coco Basile”. “Ahí pensé en decirles lo mismo que me dijo el Coco: ‘50 mil almas racinguistas en Asunción. 50 mil almas en el Cilindro. Millones de hinchas en todo el país. Son 9 mil brasileños, vayan y pasenlos por arriba’. Y cumplieron”, agregó.

En cuanto a la propuesta que muchos comenzaron a repetir de hacerle una estatua, con lágrimas en sus ojos, respondió que “antes de hacerme una estatua a mí, hágansela a Roger Martínez” porque “yo vi cómo se sacrificó para poder estar en la final. Jugó casi enyesado. Él salió de Tita y es un ejemplo para los chicos del Predio”.

Finalmente, conmovido por lo que le toca vivir, se refirió a la posición actual que ocupa el equipo en la Liga Profesional: “Estamos peleando el campeonato. Pero no me recuperé yo, imaginate los jugadores. Es muy complicado, pero con estos pibes voy a la guerra a todos lados. Si es por mí, estaría todo el día festejando”, y reveló que “no volvió a ver la final”.