El minuto a minuto de la ajetreada mañana a raíz de una causa de 2016, cuando el uruguayo jugaba en Liverpool de aquel país. El pedido de captura, las posibles penas y su traslado. Todo a un día del partido de River ante Cerro Porteño.
Nicolás De la Cruz declaró ante el juez y quedó en libertad, luego de la escandalosa mañana vivida en Paraguay. El jugador de River estaba acusado por hechos ocurridos en la final de la Copa Libertadores Sub 20 de 2016, cuando vestía la camiseta de Liverpool de Uruguay.
Así lo confirmó Nelson Cuevas, quien acompañó a la comitiva del Millonario durante este proceso. El ex futbolista publicó un tuit en su cuenta de Twitter en el que indicó que la situación estaba resuelta y agregó una frase que contiene algo de polémica: “Qué viva el espectáculo”.
El juez Alcides Corbeta informó que el futbolista tenía una causa por “resistencia a la autoridad” a raíz de un golpe en el estómago a un oficial de policía y la pena podía ser de “dos años de prisión como máximo o una multa económica”. Además, agregó: “El delito era muy leve y excarcelable”.
El fiscal Juan Carlos Ruíz Díaz, quien pidió la detención de De la Cruz, llevó algo más de tranquilidad a River y se mostró confiado en que pueda estar presente en el encuentro frente a Cerro Porteño. “Lo más probable es que mañana esté jugado el partido sin problemas”, afirmó.
El pedido de captura por la agresión al policía indica que “lo habría pateado a la altura del tórax”. Además se lo acusa de haber participado de otros incidentes junto a cuatro de sus por entonces compañeros: Nicolás Cáceres, Santiago Laport, Emmanuel González y Lautaro De Amores.
La estrategia de la defensa de De la Cruz, encabezada por el abogado Diego Tuma, fue intentar garantizar que no existe un peligro de fuga. De hecho, se tazó un inmueble en 500 mil dólares con el objetivo de que le permitan regresar al hotel, jugar mañana el partido y luego continuar con la causa.
Por ese motivo, el futbolista se abstuvo a declarar ante el fiscal y se dirigió al Palacio de Justicia para directamente hablar frente al juez de la causa. Las primeras versiones indican que se reconocieron los hechos y se ofreció una indemnización al efectivo afectado para que se archive la causa.