Se ultiman los últimos detalles: con Messi como uno de los protagonistas, Rusia recibe desde hoy la Copa del Mundo.

Llega el momento de retomar el hilo de aquello que finalizó hace casi cuatro años en el viejo/futurista Maracaná, donde a siete minutos de que terminara el suplementario, un fresco y despejado Mario Götze sentenció a una Argentina tan digna y voluntarista como exhausta. Tras aquel momento célebre, el mediapunta alemán entró a una pendiente que lo sacó de la lista que Joachim Löw trajo a Rusia para defender el título.

Para el director técnico de Alemania parece no pasar el tiempo, al menos de la manera en que lo sufrieron Joseph Blatter y Julio Grondona, los dos últimos grandes jerarcas de la FIFA, a quienes ya no se verá en los palcos oficiales. Ahora brilla la calva de Gianni Infantino y Claudio “Chiqui” Tapia ocupa filas retrasadas en esta nueva nomenclatura directiva.

Empieza hoy el 21er Mundial de fútbol. Lo recibe el país más grande del planeta, el que ocupa la octava parte de la superficie continental, una arrogancia que a los vendedores de mapas en el subte de San Petersburgo los lleva a decir “no hay mundo sin Rusia”. No es una cuestión puramente geográfica. Desde la historia y hasta el presente, Rusia es referencia mundial en los más diversos campos. En ciencia, en astronomía, en arte, en literatura, en poderío militar (se mantiene como el país que posee más armas nucleares), en generación de energía. El fútbol no es lo suyo, aunque cuando era más grande aun, antes de la desintegración de la URSS, haya aportado prestigiosos nombres, como los de Lev Yashin, Rinat Dasaev, Oleg Blokhin y Aleksandr Zavarov. Hace cuatro años convirtió a Fabio Capello en el entrenador mejor pago del Mundial 2014 y no logró pasar la primera rueda. Aunque el fútbol se convirtió en un negocio gigantesco, algunas esencias vinculadas con el juego no se corrigen solo con dinero.

Vladimir Putin consiguió llevar el Mundial a su país más por hacer una muestra de su poderío geopolítico que por su gusto por el fútbol. Y su Rusia abrirá hoy el torneo, a las 12 de la Argentina, contra la Arabia Saudita de Juan Pizzi, uno de los cinco DT argentinos en una lista que incluye a Jorge Sampaoli, José Pekerman (Colombia), Ricardo Gareca (Perú) y Héctor Cúper (Egipto).

Estamos ante el penúltimo Mundial en un formato que lleva 20 años, desde Francia 1998. El próximo tendrá el exotismo de Qatar, la alteración cronológica de jugarlo en noviembre para evitar los calores calcinantes y las eternas sospechas de la espuria adjudicación. Y cuatro años más tarde, en 2026, se desbordará todo con la ampliación a 48 equipos y las sedes repartidas por primera vez en tres países (México, Estados Unidos y Canadá), tras la votación de ayer en el Congreso de la FIFA.