Mediante el empate de Mitre de Santiago del Estero con San Martín de Tucumán (1-1) saltó al séptimo peor promedio saliendo por el momento de la zona de descenso directo, teniendo en cuenta que los santiagueños bajaron a los últimos seis promedios.
Con la conducción técnica de Christian Bassedas, en los dos primeros partidos del campeonato perdió por el mismo marcador 0-2 y ello llevó a la dirigencia a acordar para la desvinculación del entrenador con el club.
Inmediatamente fue designado como DT interino Sergio Umpierrez y con una ligera mejoría empató (1-1) con Los Andes de visitante y en la cuarta fecha recibió a Deportivo Riestra, con el que igualó en Corrientes (1-.1) con aceptable desempeño, sobre todo en lo que hace a la actitud, temperamento, aunque sin alcanzar un buen nivel de juego.
HILARIO SALVADOR A MEDIAS
En esos dos encuentros fue más que aceptable el rendimiento del equipo “aurirrojo” que se fue a San Luis con toda la intención de alcanzar el primer triunfo en el torneo.
No fue así, se encontró con un equipo que después de un primer tiempo flojo, mejoró en el segundo con los cambios y de no ser por el buen desempeño de Hilario Navarro (su único error fue en el segundo gol) el equipo correntino pudo haber perdido por una cifra mayor al dos a cero.
Pero lo más alarmante fue la falta de respuestas de Boca Unidos. En San Luis se asemejó al equipo cauteloso, medroso de las dos primeras fechas y entonces tanto Vegetti como Gonzalo Ríos carecieron del apoyo necesario para intentar llevar peligro al arco de Estudiantes.
Tanto es así que tuvieron dos situaciones para convertir en 90 minutos. Un cabezazo desviado de Vegetti y un remate de Diego Sosa que tapó muy bien el arquero, lo que habla de la escasa ambición exhibida en San Luis.
Hoy la pregunta de la gente de Boca Unidos es “¿y ahora qué?”.