Barcelona y Real Madrid igualaron 2-2 en un clásico que ya se había calentado en la previa, durante la semana, cuando los “Merengues” habían decidido no hacerle al local el tradicional "pasillo" que se le hace al campeón en el partido próximo a conseguir el título.

 

Los campeones se habían puesto en ventaja con el gol de Luis Suárez antes de los 10 minutos del primer tiempo. Sólo tres minutos después, Cristiano Ronaldo empujó una pelota que Benzema bajó de manera excelente tras un centro desde la izquierda para igualar el juego. En esa acción de gol, Piqué le dio un golpe a CR7 y el portugués se vio obligado a salir durante el entretiempo.

 

Antes del cierre de la primera parte, Sergi Roberto se fue expulsado por una agresión a Marcelo y junto con el aplauso sarcástico de Piqué al árbitro, a los oídos del juez llegaron los reclamos de todo Barcelona porque Bale ya había golpeado fuerte a Umtiti sin recibir sanción alguna.

 

Al comienzo de la segunda mitad, Messi anotó la nueva ventaja blaugrana con otra polémica: una falta de Suárez en la jugada previa mientras disputaba la pelota tendría que haber invalidado el gol del argentino. A mediados del complemento, Bale, con un potente zurdazo, decretaría la igualdad final, que en nada modifica la tabla de posiciones que tiene al Barcelona ya campeón y al Real Madrid con un puesto asegurado en la próxima Champions League.