¿De los nuevos quién sorprende? “Maxi”. La respuesta es un denominador común ante la misma pregunta. Ya sea en una entrevista o en una conversación con los micrófonos apagados, los más grandes de la Selección no dudan en destacar a Maximiliano Meza como el jugador que les hizo abrir grande los ojos desde la primera vez.
El volante de Independiente es el nuevo que se metió más rápido en el grupo y que aprovechó al máximo sus (pocas) oportunidades para mostrarse. Eso lo ven todos. Lo vieron en Madrid: cuando el equipo era una calamidad, el ex Gimnasia de La Plata fue el único que se salvó del incendio del 6-1, y apenas era su primer partido con la camiseta de su país. Lo vieron en Barcelona: se destacó en cada práctica, ya sea por el medio al lado de Javier Mascherano o Lucas Biglia, o por los costados. Su versatilidad enamora al técnico y su calidad arranca elogios entre sus compañeros, sobre todos de los históricos. Y esperan seguir viéndolo así esta semana, aquí en Bronnitsy, en los últimos ensayos antes del gran debut en el Mundial, el sábado ante Islandia (a las 10 de la Argentina). “Tiene estirpe europea, no hay duda, se le nota cuando lo ves con la pelota; es diferente”, le admite a un periodista uno de los futbolistas de mayor renombre de este plantel después de Lionel Messi, que no es de andar donando flores porque sí. “Meza me está sorprendiendo mucho. Gio Lo Celso también”, confesó Wilfredo Caballero, quien se perfila para adueñarse de los guantes titulares del equipo por sobre Franco Armani.
El arquero de River también habló de Meza: “Tiene grandes condiciones, me sorprendió mucho”. Y, como no hay dos sin tres, Nahuel Guzmán agregó: “Me sorprendió por despliegue y capacidad para ubicarse en diferentes posiciones. Entre todos lo vamos a acompañar para que pueda seguir exponiendo lo que tiene”. El nacido en Caá Catí, provincia de Corrientes, hace 26 años tuvo una subida vertiginosa en el conjunto celeste y blanco. De romperla contra España a meterse entre los 35 preseleccionados. De pujar por un lugar entre los 23 definitivos con Ricardo Centurión y Diego Perotti a pelear por la titularidad para el estreno mundialista. “Todo se lo ganó él solo, le está metiendo mucho”, comentan desde el cuerpo técnico, cada vez más convencidos de sus aptitudes para darle la confianza de ser titular. La lesión y la baja de Manuel Lanzini le abren la puerta de par en par a Maxi para estar desde el arranque. Al menos eso fue lo que probó Sampaoli en la última práctica de fútbol formal el sábado en Barcelona. “Igual, él ya venía torciendo el brazo para encontrar un espacio entre los titulares desde antes”, revelan desde la oficina técnica desde el centro de entrenamiento de Bronnitsy, desde la noche del sábado, la nueva casa albiceleste. “Además del juego, muestra agresividad en la marca. Y lo que es importante es que expande profundidad con Messi. Contra Haití se dieron muchos toques en poco tiempo”, resalta la misma fuente. Parece tímido, pero es todo lo contrario. Mucho lo ayudó a soltarse en el grupo el hecho de compartir varios momentos con Nicolás Tagliafico, viejos conocidos en Independiente que ahora son compañeros de habitación. Tagliafico también es de los más nuevos, pero entre ambos se van abriendo camino en la Selección. Sabe de remarla, Meza. Darío El Indio Ortiz fue quien lo vio en el club Cambá Porá y lo llevó a las inferiores de Gimnasia. Entró con edad de Quinta división y fue escalando. Debutó en 2013 por la Copa Argentina y fue parte del Ascenso a Primera. De la mano de Pedro Troglio, creció y se ganó la titularidad. Con Gustavo Alfaro ya demostraba tener cosas diferentes. Hasta que Gabriel Milito, en ese momento en Independiente, se lo llevó para Avellaneda Le costó la adaptación en el primer semestre. Sin embrago, con la llegada de Ariel Holan, su carrera tomó otro impulso. Ubicado como falso enlace, detrás del nueve en un esquema 4-2-3-1, fue el conductor del Rojo en la obtención de la Copa Sudamericana 2017.
Esa posición le permitió desplegar al tope su capacidad de juego y también pisar de frente el área para llegar al gol. La virtud de ser polifuncional y de poder ser una alternativa por el interior o por los extremos (por ambos lados), fue uno de los porotos más pesados que inclinó la balanza de Sampaoli para traerlo a Rusia. Y por ahora, lejos de desentonar o de achicarse, Meza se agranda. Hace lo suyo sin temores y eso es lo que más seduce a todos. Fuente: clarin.com