El defensor dialogó con La Red Deportiva (La Red Corrientes 107.1 MHZ) esta tarde y allí explicó cómo vive las horas previas del regreso a los entrenamientos con su club, Quilmes, en la primera Nacional.
Tomás López (23 años), surgido de Belgrano, pero aclaró que desde muy pequeño se fue a Quilmes explicó que “mañana volvemos a los entrenamientos con el grupo, así que con alegría por poder volver –después de tanto tiempo- a pisar el verde césped”.
Sobre su crecimiento, mencionó que “nací en Curuzú Cuatiá en 1997, después con mi familia nos fuimos a Colón (Entre Ríos) incluso ellos siguen viviendo ahí. Desde 2012 vivo en Quilmes, hice las inferiores y hoy ya en primera división y con un contrato. Me quedaron conocidos y familiares en Curuzú y cuando puedo me doy una vuelta”.
Habló de lo “extraño” que significó el entrenamiento vía Zoom, y adelantó que a partir de mañana “nos llevamos la ropa, una vez que llegamos estamos al costado, llevamos nuestra botellita de agua. Es llegar, dejar tu auto, y después agarrás tus pertenencias y te vas. Hay que tomar los recaudos, ser responsable, son grupos de 6 jugadores”.
También habló de las obligaciones que tiene Quilmes en la categoría: “la primera Nacional es un torneo muy duro, muy difícil de jugar, donde un fin de semana te encontrás con un equipo como Tigre que intenta jugar u te deja jugar, y después te tica Belgrano con mucho juego aéreo, mucha fricción. Es un torneo en el que el que mejor se adapta, mejor lee los partidos va a luchar por un ascenso”.
La primera Nacional, al momento del parate, encontró a San Martín de Tucumán como máximo líder entre las dos zonas y exigió en ascenso, incluso llegando al TAS. Sobre esa postura, el curuzucuateño dijo que “son diferentes posturas. Ellos se armaron y ahora está desmantelado el plantel, con muchos jugadores que emigraron. Están en su derecho, pero para mí se debería seguir jugando el torneo porque podía pasar cualquier cosa. Ahora hay otra postura de torneo, cada uno pelea por lo que le conviene”.