Los locales dieron un sólido primer paso. Los sudamericanos y los africanos se cruzarán el viernes en Ekaterimburgo.

 

Rusia era una gran incógnita antes del inicio de la Copa del Mundo en su casa. Sin embargo el combinado dirigido por el bigotón Stanislav Cherchesov se despachó con una goleada 5 a 0 frente a Arabia Saudita en la apertura del certamen en el estadio Luzhnikí de Moscú y les trasladó la presión a sus futuros rivales.

 

Los rusos, que se impusieron con goles de Yuri Gazinsky, Denis Cheryshev (dos), Artem Dzyuba y Aleksandr Golovin, se ubicaron cómodamente en el primer puesto del grupo A y difícilmente abandonen esa ubicación al final de la primera fecha.

 

Los conjuntos de Óscar Washington Tabárez y Héctor Cúper -que el viernes podrá contar con su máxima figura, Mohamed Salah, ya recuperado de una lesión en el hombro izquierdo- saldrán a la cancha con la necesidad de sumar de a tres para que los rusos no se corten solos en la cima.

 

 

Los egipcios serán los adversarios de los anfitriones el martes próximo en San Petersburgo, por lo que una derrota ante los uruguayos los dejaría contra las cuerdas. Pero Cúper es optimista. “Uruguay es un equipo extraordinario que tiene a los mejores futbolistas del planeta. De todos modos creo que podemos ganar si ponemos lo mejor de nosotros”, afirmó el DT argentino en la conferencia de prensa del jueves.

 

En el caso de los saudíes, sus minúsculos sueños mundialistas parecen haber recibido un baldazo de realidad con el 5 a 0 que endosaron en el debut. Sus chances de clasificarse a octavos de final asoman muy pequeñas. Su próxima prueba será el miércoles ante Uruguay en Rostov