El capitán argentino, íntimo y profundo, reveló detalles de la conquista de la Copa del Mundo y de su trayectoria con la camiseta albiceleste.
Lionel Messi recién arribado a los Estados Unidos para sumarse a su nuevo equipo Inter Miami, habló de manera íntima y profunda a casi siete meses de la conquista de la Copa del Mundo en Qatar 2022.
“La Selección para mí es lo máximo y eso lo demostré a lo largo de mi carrera, aunque sufrimos mi familia y yo cuando estaba en mi mejor momento en Barcelona y acá no se nos daba. Pero siempre quise seguir adelante y hoy, por fin, puedo disfrutar”, destacó con la TV Pública, que tuvo lugar un mes atrás en Beijing, China, pero que fue revelada este martes.
“Pasé momentos muy complicados por esas finales perdidas en Copa América y el Mundial de Brasil, pero también sé que los chicos de la selección se pelearon por mi para defenderme y por eso estoy muy contento también con este Mundial por ellos”, remarcó.
El capitán argentino rememoró los murmullos de la gente y las críticas, pero marcó que se olvidaba un poco cada vez que emprendía el regreso a España: “Cuando llegaba a Barcelona en aquel momento me olvidaba un poco de eso, porque nos decían barbaridades, eran verdaderas faltas de respeto”.
“Pero si no hubiésemos salido campeones del mundo seguramente ahora no estaría todavía en la selección, aunque después de eso tenía que quedarme a disfrutar de esto. Porque si no ganábamos el título hubiesen existido muchas críticas, aunque quizá menos que antes, pero ya no habría tenido fuerzas para seguir”, confesó.
Y profundizó, en ese mismo sentido: “También sentía que no podía ser que hubiese ganado todo con Barcelona y nada con la selección. Si no lo hubiese conseguido sentiría siempre que me faltó algo. Pero ahora ni yo sé hasta cuando voy a estar en la selección, porque me iré cuando llegue el momento, lógicamente por edad. Seguramente será pronto, pero no sé cuando, así que por ahora quiero seguir disfrutando de todo lo conseguido últimamente”.
Acto seguido y respecto justamente de todo eso “conseguido últimamente”, se apoyó en “la mentalidad, la constancia, el esfuerzo, el sacrificio y el querer siempre más, siendo muy responsable desde chico, que hicieron que siempre diera lo máximo” para precisamente “alcanzar lo máximo. Y eso ocurrió superándome día a día, aunque también tuve la suerte de que las lesiones me respetaran muchísimo”.
“Y aunque siempre disfruté de todos los títulos conseguidos, ser campeones del mundo es lo máximo. Pero en ese momento en que Gonzalo Montiel metió el último penal contra Francia en la final ya estaba relajado, porque había otra oportunidad. Pero siempre dije que todo lo decide Dios y por eso le pedí y le agradecí siempre a él, en lo deportivo y en lo familiar”, apuntó.
Y agregó: “Cuando volvimos a Buenos Aires después del Mundial fue una locura lo de la gente. Nunca pensé que sería así. Me hubiese gustado que el recorrido con el ómnibus hubiera sido más largo, pero era imposible. Pero ver el Obelisco como estaba quedará para la historia”.
En cuanto a su forma de proceder a lo largo de la vida destacó: “Siempre me manejé normalmente, compartiendo cosas con la familia y los hijos, algo que nunca cambió desde que empezó esta carrera. Y aunque ser conocido es hermoso por el cariño que brinda la gente, a veces me gustaría pasar desapercibido”.
“Cuando estás en competencia no valorás realmente todo lo que vas consiguiendo y por ello a esta altura disfruto mucho más todo porque, son mis últimos años, pero cuando ya no juegue más eso va a ser mayor, y ser campeón del mundo sí es algo que quedará para siempre”, enfatizó.
“Y que mi hijo mayor Thiago (nueve años) me haya visto campeón del mundo cuando antes me preguntaba por qué la gente me criticaba, no tiene precio. Después de ganar el título y dar la vuelta sobre el ómnibus en Buenos Aires estuve como tres días en que no terminaba de recuperarme del todo”, confió.
Luego llegó una referencia al Mundial propiamente dicho y allí sostuvo: “Desde siempre decía que el primer partido era el más complicado y así fue. Pero el equipo salió adelante porque después de ganar la Copa América en Brasil crecimos mucho y jugábamos decididamente muy bien”.
Y enfatizó: “Sentí, en ese momento, que todos los chicos de la Selección querían salir campeones del mundo por mi, lo que no significa que los anteriores no lo quisieran, pero se nos escaparon finales por muy poco. Por eso estoy muy agradecido a todo el grupo por esa muestra de cariño”.
También contó quién fue el hombre clave para su incorporación al grupo: “Para integrarme fue muy importante Rodrigo De Paul, con quien tengo una gran afinidad, porque me ayudó mucho cuando se desarmó la anterior camada de la selección y él me acompañó a sumarme al nuevo grupo, ya que a algunos los conocía, pero no tenía mayor trato”.
Para finalizar contó cómo pretende ser recordad: “Me gustaría que la gente me recuerde como alguien que siempre siguió intentándolo, que más que un recuerdo es un consejo para las nuevas generaciones. Y que me consideren una persona normal, una persona buena, eso, porque siempre sentí el cariño de los argentinos. Y estoy agradecido por todo”.
El Gráfico.