Así lo aseguró Vicente Farías, el presidente de la Asociación de Gimnasios de Corrientes, en la semana del regreso de la actividad con sus respectivos protocolos y en el ingreso a la Fase 5 de la cuarentena. Un total de 10 ya cerraron sus puertas debido a la crisis.
En dialogo con La Red Deportiva (La Red Corrientes 107.1 MHZ), el titular de la Asociación sin fines de lucro que nuclea a los gimnasios contó la realidad de los trabajadores y propietarios, quienes no escapan a la actualidad económica, agravada por la cuarentena debido al COVID-19.
En el inicio de la semana, se trabajó “con mucha expectativa por parte de los propietarios y de las personas que pudieron inscribirse. Los Gimnasios hoy tienen una nueva habilitación, o deberían haberla hecho para comenzar a funcionar, a través de la página del Municipio, donde hay requerimientos comunes y normales como número de cuil, cuit, su alta fiscal, y tenía que presentar no solo los planos de habilitación sino el croquis de cómo iba a estar distribuida la sala para saber el distanciamiento social y el cupo de personas. Todos los gimnasios que estamos habilitados estamos sujetos a ese cupo y a ese horario. Recalco esto porque hay gimnasios que no están habilitados y esto deberían saber las personas porque no es fácil el trámite y hay muchos gimnasios que han funcionado siempre y no están habilitados por el Municipio”, comentó Farías.
“Quiero dejar esto bien expresado, de parte de la Asociación de Gimnasios de Corrientes, cuando uno habla de los gimnasios tendría que hablar de los habilitados y los que no están porque ha explotado tanto la actividad física en cuanto a lo saludable y al negocio comercial del fitness que era muy fácil abrir un lugar, poner máquinas y hacer una actividad física pero tengamos conciencia que hay que estar habilitado por el Municipio y a través de la Subsecretaría de Comercio”, agregó.
En materia de protocolo, “primero hay que saber si el gimnasio está habilitado. A nosotros nos llega vía e-mail la habilitación y lo tenemos a modo de carpeta en el escritorio para que las personas puedan verlo porque así como exigimos una declaración jurada de los alumnos por 14 días, ellos tienen el derecho de pedirnos la habilitación. Para entrar, hay que tener un lugar de sanitización, una alfombra o un trapito con elementos sanitizantes; alcohol en gel en la zona de recepción a donde lo van a higienizar. A partir de ahí, las máquinas están distribuidas en una forma en la que respetan el distanciamiento social; hay puntos higienizantes en cada salón, donde el alumno debe concurrir con barbijo, con su toalla, su agua. No se pueden utilizar las duchas ni los vestuarios. Los cupos son reducidos, y el horario es de una hora y 15 minutos porque después se cierra el gimnasio, se vuelve a higienizar todo para el nuevo grupo de trabajo que llega después”, explicó el presidente de la Asociación de Gimnasios de Corrientes.
En el final, habló del impacto de la crisis en este ámbito: “estamos a 24 horas de haber abierto y después de 86 días de estar cerrado. Abrimos a pérdida porque si trabajamos con el 30% de aforo que nos permite el municipio por una cuestión de bioseguridad, si teníamos 100 alumnos y nos permiten trabajar con 30 o 40, y nosotros necesitábamos 70 para cerrar los números y cubrir los costos fijos, imagínense la franja que no podemos ganar. Ahora tenemos que decidir si pagamos el alquiler, a los empleados o los impuestos. Hay sensaciones encontradas: una gran euforia por volver a abrir pero hoy estamos abriendo a pérdida (…) En Corrientes, aproximadamente 10 gimnasios cerraron sus puertas”, graficó en el final.