El empresario correntino Carlos Gold, titular de Cecha, indicó que en junio bajó la demanda de combustible, luego de trece meses de venta sostenida.
Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), habló sobre los precios de los combustibles y la amenaza de desabastecimiento.
“Hay una realidad de la que surge todo este problema, que tiene que ver con el valor del dólar y el barril de crudo. La conjugación de estas dos variables hace que el valor del insumo, del crudo de petróleo, que las petroleras lo tienen que pagar en pesos, hace que el valor al cual están vendiendo hoy a las estaciones de servicio les genere pérdidas”, dijo el titular de Cecha.
“Están comprando un barril de crudo a un valor muy alto y para poder cubrir ese costo necesitan, aproximadamente, un 20% o 25% más de incremento en el precio”, agregó.
“Esto no quiere decir que nosotros estemos pidiendo que suba el combustible a $40 o incluso más. Con $40 te quedás corto”, remarcó.
Sobre los arreglos con relación a los precios y las incertidumbre actual, dijo que “había un régimen que se había determinado durante la gestión de Aranguren, de un gradualismo en los aumentos”.
“Se hablaba de un 3% mensual por aproximadamente un año. Pero ahora en el mes de junio ya no se cumplió la primera etapa, porque hubo un incremento superior. Desconocemos qué va a pasar en los próximos meses”.
“Las noticias sobre un posible desabastecimiento tienen que ver con el mercado mayorista, donde hay un cierto volumen comprometido, que va a tener un precio. Una vez que las estaciones de servicio hayan obtenido este volumen para el canal mayorista, el precio va a tener un excedente, y ninguna empresa del agro o la industria va a querer pagar ese excedente. Entonces, eso es lo que se asimila a una eventual restricción o desabastecimiento”, explicó Gold.
“En las estaciones de bandera, el abastecimiento está asegurado. Lamentablemente, las blancas están con problemas, porque no tienen como abastecerse”, agregó.
“Puede haber algún chispazo sobre fin de mes, porque por ahí alguna estación de servicio quebró stock o agotó su cupo, y tampoco va a querer pagar más para poder vender. En esto me refiero al diésel, no a la nafta”, indicó.
Sobre la posibilidad que el Estado intervenga de alguna manera, por ejemplo, subsidiando el combustible, Gold lo descartó por completo. “No lo veo procedente. Es algo que ya quedó en desuso, hoy el mercado es libre y creo esa es la situación que va a seguir existiendo”, opinó.
Sobre la situación de la demanda de combustible, Gold informó que “en junio, después de trece meses de sostenimiento de venta e incluso de superación en los registros interanuales, ha caído la venta. No mucho, pero ha caído”.