El fugitivo cayó en Yacuiba; tenía una notificación roja de Interpol por ser el encargado de ingresar la droga al norte argentino. El procedimiento fue coordinado por la Gendarmería Nacional en la provincia de Salta.
Las operaciones contra el narcotráfico no finalizan con el decomiso de los estupefacientes y la detención de los líderes criminales. El Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, impulsa las investigaciones hasta dar con todos los integrantes de las bandas, una premisa fundamental para sacar la droga de los barrios. En ese marco, la Gendarmería Nacional articuló acciones fundamentales con la Policía de Bolivia que permitieron detener en Yacuiba a Mario Morfulis Herrera, cuñado de Delfín Reynaldo Castedo, quien fuera considerado uno de los narcos más peligrosos de la Argentina al momento de su arresto en 2016.
“Estamos muy satisfechos porque, una vez más, la cooperación en el ámbito internacional arroja resultados concretos en materia de lucha contra los delitos complejos. Para combatir a las bandas trasnacionales tenemos que seguir profundizando los lazos con los países de la región, promoviendo el trabajo en equipo en vistas de un objetivo común: llevarles tranquilidad a los ciudadanos”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
Mario Morfulis Herrera es argentino nacionalizado en Bolivia. Desde allí ingresaba la droga al norte argentino con el fin de proveer las sustancias ilegales a la red narco que lideraba su cuñado, Delfín Reynaldo Castedo, quien tras estar 10 años prófugo de la justicia fue detenido por la Gendarmería en la localidad bonaerense de Ituzaingó, en 2016.
Desde entonces, la Gendarmería –institución que comanda Gerardo Otero- intensificado las tareas de inteligencia criminal para dar con el resto de los miembros de la banda. El Juzgado Federal Criminal y Correccional N” 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Hernán Villena, emitió la orden de captura internacional sobre Morfulis Herrera, imputado por asociación ilícita en infracción a la Ley 23.737.
Las pruebas daban cuenta de que el fugitivo podía estar residiendo en Yacuiba, Bolivia. Allí fue finalmente detenido por la policía boliviana en un operativo en el que se lo aprehendió por tenencia y portación ilícita de armas de fuego. A pesar de que presentó documentos apócrifos para ocultar su real identidad, los convenios entre la Argentina y Bolivia permitieron corroborar rápidamente que se trataba del cuñado de Castedo.
Los efectivos bolivianos trasladaron anoche al detenido hasta el paso fronterizo en el puente internacional Salvador Mazza – Yacuiba. Allí personal de la Sección de Investigaciones Antidrogas “Salta” de la Gendarmería coordinó su traslado hacia las oficinas de Migraciones, dando cumplimiento a la notificación roja de Interpol.