Este viernes por la mañana comenzó el juicio contra Omar “Japo” Verón, acusado violar a un niño de 7 años durante julio de 2014, ante la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia integrada por las juezas Hilda Cáceres, Glenda Vidarte y María Virginia Ise.

El abogado de la familia de la víctima, Paulo Pereyra, informó a Diario Chaco que hoy declararon los padres, “muy conmovidos en una audiencia muy dramática y sentida”, y el médico que denunció el caso.
“Japo pidió retirarse después de que se le leyó la acusación”, mencionó Pereyra y aseguró que la audiencia se desarrolló con “total normalidad”.
La causa está caratulada como “Abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con abuso sexual con acceso carnal triplemente agravado por resultar un grave daño en la salud física y mental de la víctima, por ser cometido por la concurrencia de dos personas y la participación de un menor de edad, en carácter de autor”.
La etapa de debate continuará el próximo martes 1 de octubre con la proyección de la filmación de la Cámara Gesell y la declaración testimonial de otros testigos ante el Tribunal.
Mientras que el miércoles 2 de octubre sería la videoconferencia con los cinco médicos del Hospital Garrahan que atienden a la víctima, quienes fueron citados para prestar testimonio.
En la audiencia estuvieron presentes además la fiscal de Investigación N° 9, Daniela Meiriño, el fiscal de Cámara Jorge Fernando Gómez, y la asesora de Menor N° 3, Fernanda Motter Lugo.
El pedido de pena para “Japo” Verón podría ser de hasta 40 años de prisión. Se encuentra con prisión preventiva desde octubre de 2018, cuando fue atrapado luego de permanecer cuatro años prófugo tras violar a un niño de 7 años.
El expediente relata que “Japo” Verón hizo partícipe del hecho a su hijo, quien habría llevado al niño al domicilio cuando este se encontraba jugando en la vereda que compartían la casa de Verón y la de la víctima.
Las lesiones causadas fueron detectadas por un médico, dado que el niño se negaba a hablar debido a las amenazas recibidas.
La víctima recibe hasta la actualidad tratamientos físicos y psicológicos en el Hospital Garrahan debido a las graves lesiones.




























