Rosa Fernández, es mamá de una joven de 30 años que padece retraso madurativo. La mujer contó que el pasado marte su hija “fue violada en el baño de una escuela para chicos con discapacidad”.  “El forense de la Policía de Corrientes confirmó la violación y las autoridades de la institución dijeron que mi hija mintió porque allí no pasado nada” y lamentó, “El vicedirector me dijo que mi hija inventó todo”

“Ella llegó a las 19:30 y le pidió a la hermana una toallita higiénica porque tenía sangrados, lo que me pareció raro ya que faltaba para que le venga su periodo, estuvo rara toda la tarde, al otro día estaba haciendo mate se acercó me abrazó y dio un beso, le pregunté que le pasaba y ella me dijo “te tengo que contar algo, pero yo no tengo la culpa y se largó a llorar”, recordó.

Ante esta situación la mujer detalló “comencé a preguntarle qué le hicieron, y respondió “me fui al baño con Nico, me cerró la puerta me tiró contra la pared y me dijo que me quietara la ropa porque no había nadie”. Ella lloraba y me decía lo que le había hecho “me dolió y me salió mucha sangre”.

Esa misma tarde del miércoles pasado Rosa,  llamó a sus otros hijos y llevaron a la joven de 30 años a una salita del barrio Quintana, luego a la División de Delitos Sexuales donde una forense la revisó; “allí constataron que había sido violada y que tenía un desgarro de 6 grados por lo que tenía el sangrado”, aseguró la angustiada madre.