El marido de la mujer que murió en el Hospital Llano luego de dar a luz a su bebé en el baño del nosocomio, aseguró estar por ahora conforme con el trabajo de la Justicia. Tres médicos quedaron imputados y otros deberán dar sus testimonios.

 

La familia de Ramona Analía Armúa, la mujer que murió en el Hospital Llano luego de dar a luz a su bebé en el baño del nosocomio, está con más tranquilidad en los últimos días a raíz de lo que consideran un “avance” de la Justicia en el caso. Tres de los médicos que la atendieron entre el 6 y el 21 de mayo en el centro de salud quedaron imputados, en el marco de la investigación caratulada como “homicidio culposo en mala praxis”. También citarán a declarar a otros profesionales de la salud.

“Siempre estuve bien pero ahora me siento mejor, más que nunca tengo que estar mejor. Es un avance, todo marcha bien y en estos días a lo mejor nos comunicamos con el abogado para ver cómo sigue todo”, manifestó a El Litoral el marido de Armúa, Daniel Molina. Para el hombre es muy significativo que se haya progresado en la causa que lleva adelante el Juzgado de Instrucción N° 1, porque asegura que la mujer sufrió de violencia obstétrica: ese lunes 21 de mayo ella sintió dolores de parto, y su esposo testimonió que, tras no recibir atención, dio a luz en el baño del hospital.

En este contexto, Molina contó que tanto el niño nacido tras la muerte de su esposa como el otro hijo entre ambos se encuentran en buen estado, cuidados con ayuda de sus suegros. El padre y la madre de Armúa fueron el sostén del hombre durante esta situación, haciéndose cargo del niño mayor cuando sucedió el hecho, y colaborando con todo lo que necesite. “Estos meses estuve bien con mis dos hijos en la casa de mi suegra”, garantizó.
Mientras tanto, el padre señaló que desde la Justicia “no se comunicaron conmigo”, y mientras espera que su letrado verifique el avance de la causa, “veremos si hacemos algo para que el hecho no quede en el olvido”. Mientras tanto “nosotros no podemos decir más nada”, añadió.

Tras la muerte de Armúa, el bebé había quedó internado en el área de neonatología del Llano. Molina debió aguardar por la evolución del pequeño durmiendo en espacios en construcción del nosocomio, en un pasillo externo y con un colchón prestado por obreros.
“El lunes 21 de mayo pedí socorro porque (Armúa) estaba muy dolorida, vinieron los enfermeros y me dicen que los médicos ya vienen. Un médico que es cirujano dijo que estaba bien su panza, que le dolía porque se movía mucho, pero nunca la revisó.
Al rato me dice mi mujer que quería ir al baño, cuando voy a buscar papel higiénico escucho como una explosión, había roto bolsa, me acerco y veo a mi bebé en el inodoro”, había relatado el hombre a este medio.

 

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