En una conmovedora intervención en Radio L7, Fabián Sena compartió su angustiante situación como padre, separado de sus dos hijos durante más de tres años. En un entorno judicial complicado y en un contexto marcado por un clima nublado y una leve lluvia en la ciudad, Fabián se presentó ante los micrófonos para pedir ayuda y visibilizar su historia.
La narración de su penoso camino comenzó con su divorcio, cuando comenzó a perder contacto con sus hijos, un adolescente de 16 años y un niño de 8. Fabián relató que, tras su separación, su exesposa comenzó a dificultar el acceso a los menores, especialmente aprovechando las restricciones impuestas por la pandemia. “Desde que nos divorciamos, ella empezó a no dejarlos ver. Después, me di cuenta de que tenía problemas de salud mental que afectaron su capacidad para cuidarlos adecuadamente”, explicó.
En un acto de desesperación, este padre ha rastreado a sus hijos en varias escuelas de la ciudad, buscando respuestas y intentando entender su situación. “Hasta el año pasado, no sabía dónde estaban los chicos. Fue un año de búsqueda constante, preocupación y angustia”, compartió.
Fabián confirmó que la situación se encuentra judicializada y que está peleando por la custodia completa de sus hijos. Durante la conversación, mencionó que ha presentado múltiples trámites legales en el Juzgado de Familia, pero que ha enfrentado largas demoras y negativas. “Estoy en un proceso doloroso y agotador, donde lo único que quiero es saber que mis hijos están bien y poder estar con ellos”, añadió, destacando que, a pesar de la relación tensa con la madre de los menores, su prioridad son sus hijos.
El padre también hizo referencia a dificultades económicas que ha enfrentado en su búsqueda para mantener contacto y asegurar el bienestar de sus hijos. “Trabajo en la empresa de mecánica, con turnos rotativos, y hago todo lo posible para mantenerme y poder ayudar a mis chicos, pero es muy difícil”, comentó, mientras enfatizaba la necesidad de mayor celeridad por parte del sistema judicial.
A medida que la conversación avanzaba, se hizo evidente la desesperación y preocupación de Fabián por la salud emocional de sus hijos, quienes han tenido que navegar por una situación tan complicada. “No quiero perder la oportunidad de reencontrarme con ellos”, finalizó, con la esperanza de que su historia ayude a otros en situaciones similares y que se tomen las medidas necesarias para proteger a los niños involucrados.
A medida que se aproxima una nueva audiencia en los tribunales, Fabián espera que se haga justicia y que pueda recuperar el contacto con sus hijos, que son su prioridad en esta difícil travesía.