Este jueves 15 de febrero, a las 11 se llevará a cabo una concentración frente a la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde cocineras y coordinadoras de comedores populares expresarán su preocupación ante el Consejo del Salario.
La inflación, especialmente en alimentos, ha afectado significativamente los ingresos de los trabajadores en general, pero ha golpeado aún más a aquellos que ya se encontraban en situación de pobreza e indigencia.
Datos recientes muestran un aumento considerable en el costo de la canasta básica. Por ejemplo, una familia de dos adultos y dos hijos que necesitaba $182.905,48 en noviembre del año pasado, ahora requiere $272.010,94 en enero, es decir, $89.105 más, para cubrir las mismas necesidades y evitar caer por debajo de la línea de indigencia. Similarmente, una familia de cuatro integrantes que necesitaba $393.246,07 en noviembre, ahora precisa $573.943,08 en enero, un aumento de $180.517.
El recorte en la asistencia por parte de ciertas entidades, como Pettovello, ha exacerbado la situación, dejando a los comedores y ollas populares dependiendo aún más de los escasos recursos disponibles.
Los reclamos presentados ante el Consejo del Salario son claros:
- Salario Mínimo igual a la Canasta Básica: Se demanda un salario mínimo que permita cubrir las necesidades básicas de las familias trabajadoras.
- Mantenimiento del Salario Social Complementario: Se exige que el monto del Salario Social Complementario se mantenga en el 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil, evitando cualquier desacople del programa Potenciar Trabajo.
- Unidad para enfrentar la crisis: Se convoca a la más amplia unidad de organizaciones y actores sociales en todo el país para establecer mesas por la Emergencia Alimentaria y abordar de manera urgente y coordinada la crisis actual.
La situación demanda acciones inmediatas para garantizar el bienestar de millones de personas que dependen de estas medidas de referencia, incluyendo trabajadores formales, jubilados y beneficiarios del Salario Social Complementario.