Punto final para el mandato de Mariano Rajoy. El Congreso español aprobó esta mañana su destitución, al votar favorablemente una moción de censura presentada por el opositor socialista Pedro Sánchez, quien -con seguridad- será su sucesor en la presidencia del Gobierno.
Rajoy se despidió del cargo minutos antes de votarse la moción de censura. "Ha sido un honor haber sido presidente del Gobierno de España y dejar una España mejor de la que encontré", dijo en una breve intervención.
"Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día, se lo deseo por el bien de España", expresó el líder conservador, de 63 años, quien felicitó por adelantado al dirigente del PSOE. "A la vista de lo que todos sabemos, podemos presumir que la moción de censura saldrá adelante. En consecuencia, el señor Sánchez será el nuevo presidente del gobierno, y yo quiero ser el primero en felicitarlo", agregó.
Rajoy pidió disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos durante su mandato y agradeció el respaldo del partido Popular.
Sánchez, de 46 años, será investido hoy mismo jefe del Gobierno tras cosechar los apoyos de grupos como el izquierdista Podemos, los nacionalistas vascos o los independentistas catalanes.
La moción contra Rajoy fue impulsada por Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), después de que la Audiencia Nacional emitiera una dura sentencia en el caso “Gürtel”, la mayor trama de corrupción descubierta en el país donde se vio involucrada gran parte de la cúpula del Partido Popular, formación en el gobierno.
El alto tribunal condenó a 29 empresarios y ex políticos del PP, entre ellos al ex tesorero del partido Luis Bárcenas, y consideró probado que hubo una contabilidad paralela que benefició a la agrupación. Además, según la sentencia, el testimonio de Rajoy como testigo durante el juicio no fue lo “suficiente verosímil” para rebatir las pruebas de la contabilidad opaca del partido.
Basado en este caso, que despertó la indignación popular, Sánchez encaró la moción de censura para sacar a Rajoy del gobierno. La legislación española prevé este mecanismo como herramienta para que un gobernante rinda cuentas y pueda ser destituido por el Congreso para ceder el cargo al impulsor de la moción, en este caso el propio Sánchez.