El productor herbalero Sergio Delapierre, exdirector del Instituto Nacional de la Yerba Mate, expresó su preocupación sobre la actual situación del sector yerbatero en Argentina, en medio de un contexto de desregulación que ha impactado fuertemente en los precios. En una charla con Martín Varela, Delapierre explicó que el sistema de regulaciones que existió durante los últimos 22 años había permitido cierto bienestar para los pequeños y medianos productores, pero la reciente desregulación y un exceso de oferta han desembocado en una caída significativa de los precios.
“El decreto de desregulación implementado a principios de este año coincidió con un aumento en la producción de hoja verde, lo que ha forzado a la baja los precios”, explicó Sergio. Mientras que algunas cooperativas agrícolas de Misiones han mantenido precios razonables, que oscilan entre 330 y 370 pesos por kilo de hoja verde, otras industrias han optado por pagar solo entre 150 y 160 pesos, lo que refleja una disparidad alarmante.
Aportó que, aunque la desregulación ha permitido que las industrias operen con mayor libertad, también ha llevado a un escenario en el que los pequeños productores son los más afectados, ya que en momentos de sobreoferta, los precios caen aún más. “La intervención del Instituto Nacional de la Yerba Mate en el pasado logró estabilizar los precios durante períodos de paridad entre la producción y la demanda, algo que ahora parece ausente,” añadió.
Sergio también comentó que, en muchos casos, los beneficios caen en manos de las grandes cadenas de supermercados, que imponen márgenes de ganancia y establecen condiciones de comercialización que afectan tanto a industriales como a productores. “El que siempre se defiende es el sector comercial; el productor es el que termina pagando el precio más alto”, concluyó De La Pier.
El futuro del sector yerbatero está en la balanza, y la preocupación entre los productores crece. Se espera que las voces de los afectados sean escuchadas, y que se puedan encontrar alternativas que permitan una mejor regulación y estabilidad en los precios para los hombres y mujeres que dedican su vida a la producción de yerba mate.