En una reciente entrevista, Orlando Bertoni, Jefe de Operaciones de Defensa Civil, brindó detalles sobre la actualidad de la situación climática en la región tras las últimas precipitaciones. A pesar de que algunas áreas experimentaron alivio gracias a la lluvia, el riesgo de incendios sigue latente. “El sistema de alerta continúa activo y es fundamental no prender fuego en ningún punto del territorio”, afirmó Bertoni.

Las lluvias han sido significativas en localidades como Santo Tomé y Mercedes, donde se registraron precipitaciones de hasta 60 mm. En la capital provincial, los pluviómetros marcaron 52 mm, proporcionando un alivio necesario contra la sequía que había azotado la región. Sin embargo, la situación no es uniforme; en lugares como Empedrado y Bellavista, las lluvias fueron escasas, con apenas 1 a 5 mm, lo que genera preocupación sobre la sequía persistente en esas áreas.

Bertoni destacó que el periodo de sequía y las altas temperaturas previas a las lluvias habían dejado a varios departamentos en una situación complicada, siendo el departamento de Der uno de los más afectados. “Los vientos cálidos del norte han contribuido a un entorno propicio para la ocurrencia de incendios, y la imprudencia humana sigue siendo un factor crítico”, advirtió.

Ante la preocupación de productores de Burucuyá sobre una supuesta parálisis en el trabajo de los bomberos voluntarios, Bertoni aseguró que el sistema operativo se mantiene en funcionamiento. “Estamos en contacto con los directores de cada localidad y, de ser necesario, solicitamos colaboración de brigadas cercanas para atender emergencias”, explicó.

El pronóstico a futuro mantiene a Defensa Civil en alerta. Bertoni mencionó que, aunque las lluvias han traído un respiro temporal, la región se encuentra bajo el impacto de un fenómeno climático conocido como “corriente del niño”. “Esto podría significar que las precipitaciones se irán espaciando a medida que avanzamos hacia el mes de febrero”, detalló.

Finalmente, Bertoni hizo un llamado a la ciudadanía para fomentar una cultura de prevención, recordando la importancia de no realizar quemas y de respetar los periodos de sequía. “Es esencial que todos colaboremos para evitar tragedias y cuidar nuestro entorno”, concluyó.