Teniendo en cuenta el cambio de temperatura, desde la cartera sanitaria, se recuerda la importancia de la eliminación de criaderos de mosquitos en los hogares y el uso de repelente.

En la provincia se esperan temperaturas altas lo que provocaría la proliferación de mosquitos. Es por ello que, desde el Ministerio de Salud Pública, a cargo de Ricardo Cardozo, se recomienda a los vecinos a continuar y reforzar las medidas para evitar Dengue.

Desde la Dirección General de Epidemiología, siguen realizando las tareas de control vectorial en los diferentes barrios. Los equipos, se encargan de revisar criaderos y hablar con los vecinos, además de poner larvicidas si es necesario.

“Hoy estamos sin circulación viral en Corrientes, pero el riesgo de volver a la circulación viral frente a las altas temperaturas es elevado”, dijo la directora general de Epidemiologia, Angelina Bobadilla y agregó “si viajan a zonas endémicas también deben tener cuidado, es importante colocarse repelente”.

En este contexto es fundamental recordar que el Dengue es una enfermedad infecciosa causada por un virus y transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Se transmite cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona con Dengue y luego pica a otras personas.

La transmisión se produce a través de la picadura de Aedes aegypti infectados, nunca de persona a persona, ni tampoco a través de objetos o leche materna. Aunque no sucede con frecuencia, las mujeres embarazadas también pueden pasar a su bebé durante el embarazo.

Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada adquiere el virus y luego de 8 a 12 días es capaz de transferirlo a alguien sano a través de la picadura.

Si bien la mayor actividad del mosquito se da durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, también puede picar durante la noche si en la casa hay alguna luz prendida o en otros momentos del día si no se alimentó.

Los síntomas son fiebre acompañada de dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos, picazón y/o sangrado de nariz y encías, cansancio intenso o erupción en la piel.

Es importante no automedicarse e ir a un centro de salud para tener un diagnóstico y recibir el tratamiento adecuado.

La prevención se logra evitando los criaderos de mosquitos. Lo mejor es eliminar, tapar, limpiar, cepillar y dar vuelta cualquier recipiente que contenga agua diariamente. Además, del uso se espirales, telas mosquiteras y ahuyentadores.

Hay que evitar los pastizales altos; destapar los desagües de lluvia de los techos; rociar insecticidas en base a permetrina en el interior de las casas; colocar mosquiteros o telas metálicas en puertas y ventanas; usar repelente en la piel expuesta, y espirales en casas y patios; la fumigación no es una medida preventiva y solo está indicada para bloqueos ante casos.