El Ministerio de Salud Pública de la Provincia, a través del Programa Provincial de Leishmaniasis, realiza acciones de prevención y control de Leishmaniasis, ante la confirmación de cuatro casos de esa enfermedad, de los cuales uno fue de la variante visceral y se trata de una menor que realizó el tratamiento y hoy recibió el alta médica. Mientras que los otros tres son de origen cutáneo, con tratamiento ambulatorio y buena evolución.
El caso de la menor con Leishmaniasis visceral, que fue atendida en el hospital pediátrico Juan Pablo II, corresponde a la capital. Mientras que los otros tres casos, de Leishmaniasis cutánea, se detectaron en Riachuelo, San Miguel y San Luís del Palmar.
“Todos los pacientes están en tratamiento con buena evolución, bajo programa provincial, siendo seguidos y controlados como corresponde”, indicó la Jefa del Programa de Leishmaniasis, Karina Ramos.
Se tomaron todas las medidas de control ambiental en la vivienda, se hizo control focal, se entregó repelente y se controlaron las mascotas
A medida que fueron surgiendo los casos se hizo una intervención de relevamiento epidemiológico. Recorrimos las zonas de cada caso haciendo un relevamiento epidemiológico con algunos bloqueos vectoriales, es decir fumigación, y también se repartió repelente en la zona a modo de prevención”, detalló.
LEISHMANIASIS
La Leishmaniasis cutánea es una enfermedad causada por parásitos, transmitidos al ser humano por la picadura de distintas especies de insectos flebótomos. Afecta la piel y las membranas mucosas. Las lesiones en la piel por lo regular comienzan en el sitio de la picadura del flebótomo. En algunas personas, las lesiones se pueden desarrollar en las membranas mucosas.
Al tener como reservorio animales silvestres, en caso de vivir en zonas ribereñas o transitar por zonas selváticas o con mucha vegetación, se recomienda repelente, usar camisas de manga larga y pantalones, además de colocarse repelente.
La Leishmaniasis visceral, en tanto, es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. En las personas, los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos. En los perros los síntomas que produce son decaimiento, falta de apetito, falta de pelo y descamación especialmente alrededor de los ojos y en el hocico, crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.
PREVENCIÓN
La primordial medida preventiva es erradicar el flebótomo de los hogares. Para eso:
Erradiquemos hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en nuestras casas.
Mantengamos el terreno alrededor de la vivienda libre de malezas y corrales, y los animales domésticos y mascotas alejados de la vivienda durante la noche.
Utilicemos repelentes para insectos, mosquiteros o telas metálicas.
Se deben limpiar los lugares donde habitan los perros y evitar que sean picados por los flebótomos mediante collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.
Debemos estar atentos si nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas y si aparece llevarlo al veterinario: Caída del pelo especialmente alrededor de los ojos y las orejas, Fatiga, Pérdida de peso, Seborrea escamosa (como caspa), Crecimiento exagerado de las uñas, Ulceras en la piel, Hemorragia nasal, Se debe evitar el traslado de perros sanos e infectados desde y hacia zonas con leishmaniasis visceral.