“Fue muy intenso, lo que marca un buen anticipo de lo que será la temporada de verano”, dijo Fabián Tarrío, presidente de CAME.
La estadía media se ubicó en 2,8 días y el gasto promedio diario por visitante fue de $782.
El movimiento del séptimo fin de semana largo del año fue intenso y constante durante tres días.
Viajaron 1,01 millón de personas, realizando un gasto directo de $2.201 millones en las regiones que conforman el circuito turístico nacional.
El total de visitantes fue 7% mayor a la misma fecha del 2016. El buen clima y las mejores perspectivas económicas resultaron fundamentales en las decisiones de viajes.
Los principales destinos turísticos quedaron con su hotelería casi completa.