El juez Luis González, titular de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes, fue enfático al establecer la clara división de competencias que rige en el nuevo esquema legal. Subrayó que la Ley de Narcomenudeo en Corrientes no implica una desatención de las causas de mayor envergadura, que seguirán siendo de exclusividad federal.

“El problema está en las organizaciones, que son altamente complejas”, explicó. Refirió que por estos días la atención pública se centra en ellas por “ciertos cuestionamientos a figuras de la política con presuntos empresarios narcos”, que es donde residen las grandes estructuras. “Hay una logística enorme, transnacionalidad, una trazabilidad que abarca a varias provincias; eso es de competencia federal”, enfatizó.

El rol de la nueva ley, entonces, es reducir la carga judicial en el fuero federal para que este pueda concentrarse en desmantelar estas grandes redes. “Eso (la gran logística) va a seguir bajo órbita federal, lo que no va a seguir, lo que se va a reducir son los kioscos de menor cuantía”. De esta forma, la Provincia asume la batalla contra el microtráfico, que es la cara visible y más inmediata del negocio ilegal.

La Ley de Narcomenudeo se enfoca en la “última parte de la cadena” del negocio ilícito. El juez detalló las características que definen el delito bajo la nueva jurisdicción provincial. Para que una tenencia sea considerada narcomenudeo, es indispensable que la droga esté fraccionada. Esto implica la presencia de “envoltorios y otros elementos que indiquen que estaba para la venta inmediata”. Es decir, la tenencia no puede ser ambigua; debe haber una clara presunción de que el material está listo para ser distribuido al consumidor final.